No siempre fui lo que esperabas,
Pero fui mejor de lo que esperé de mí
Mis problemas no eran problemas
Tus problemas eran mi cicatriz
Me duele sentir tu perfume
Que vive junto a mí almohada
Me duele sentir mi llanto
Sin poder decir una sola palabra
Un cabello tuyo adorna el sofá
Y tu cepillo de diente le da color al baño
Violáceo tu vestido que quedo abrazando mi abrigo
Y yo con este frío sin querer usarlo
Invierno ha llamado a la soledad
Esa que no te responde al llegar a casa
Esa quien no te extraña cuando te vas
Esa soledad que ocupa un solo lado de la cama
Tanto hay que olvidar
Que te recuerdo para acordarme
Es inevitable la sensación
De seguir amándote cuando te marchaste
Las semanas pasan
Y lo meses se aproximan
El tiempo corre desesperado
Y yo en algún punto de rodillas
Te vas pero no vuelvas jamás
Porque el día que tu vuelvas
Quedara plasmada mi ignorancia
De no poderme manejar
Me doy vuelta por las noches
Sin conciliar el sueño
Un poema de Borges no ayuda
Si aun siento tu respiración en mi cuello
La soledad golpea o más bien acaricia
Pues es muy tarde cuando la ves
Sin saber que todo este tiempo
Se venía acercando deprisa
Tras una discusión la soledad te observa
Tras un abrazo la soledad se aleja
Ponte a pensar en qué situación estoy
Si al marchaste dejaste una nota con tu letra
Te vi marcharté sin haberte ido
y te fuiste sin llevarme contigo
De que me sirve la compañía de la soledad
si siempre estando con ella pienso lo que vivimos.
- Autor: matias (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 28 de marzo de 2018 a las 20:47
- Categoría: Triste
- Lecturas: 28
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z.
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