Pasan los años, y la ola del tiempo avanza
sobre el océano de la incertidumbre.
Pasan días, meses, años y centurias
y la esfinge del destino se presenta indetenible.
Pasa la primavera, el verano, el otoño y el invierno,
brilla el sol y luego se oculta, las hojas se secan y caen
y una brisa helada empaña nuestros corazones
Pasa un reloj y luego otro, las manecillas marchan
y nadie, nadie las puede detener.
Pasan circos, pasan desfiles carnavalescos
y las máscaras yerran lastimeras, desorientadas,
todas disfrazadas de confianza
…de mentirosa certeza
Pasan los pensamientos, los símbolos y las letras,
pasan las inspiraciones más profundas
y también los días estériles, inertes,
los días de lucha contra la tirana sociedad
que subyuga con sus tortuosas rutinas e injusticias
…también eso pasa
Pasan los días y las noches, las lunas y los insomnios,
las risas y las tormentas, las palabras y los silencios,
las mentiras y las verdades,
pasan las cosas… todo pasa
Pasa la infancia, la juventud y llega la vejez con sus dolencias,
llega la piel resquebrajada y las mejillas flácidas,
la visión nublada y la espalda encorvada,
llega el cansancio y los lamentos pretéritos
… llega el final de la jornada
Pasa una existencia, una vida que se extingue como una llama,
una vida que se desliza hacia el laberinto de la eternidad…
Y quedarán marcadas sus huellas en el polvo de la historia:
inseguras o firmes, ligeras o pesadas, falsas o sinceras.
Y quedará, tal vez, una imagen, un suspiro o un triste mausoleo
Todo, todo pasa en esta vida
… solo quedan los recuerdos
- Autor: Ernesto Marrero (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 30 de marzo de 2018 a las 10:24
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 11
Comentarios1
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