Es fácil creerte cuando
tu voz de caramelo
me dice “te quiero”.
La misma emoción
que sentiría un niño ante
un regalo impecablemente
envuelto, eso siento.
¿Qué tendrá dentro?
Se preguntaría inquieto.
Mas para quererte,
no necesité quitar al presente,
su precinto rojo.
Mi sabio y protector
maestro de la vida…
Que razón lleva siempre
el paso del tiempo.
Cuanto más pasa, todavía
más te quiero.
Es fácil creerte,
un honor hacerlo,
un pequeño milagro,
esto que los dos sentimos,
un juramento eterno
que sin jurar nos hicimos.
Tú y yo, somos…
Como los vinos buenos.
Mimados y tratados con sumo
cuidado, reservados
para brindar un gran día.
El día en que nos conozcamos.
Pilar González Navarro.
Marzo 2018.
- Autor: Pilar Gléz Navarro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 30 de marzo de 2018 a las 21:33
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 55
Comentarios1
QUÉ ENIGMÁTICO POEMA, CON UN FINAL QUE SE ESFUMA, QUE ES INTANGIBLE, PROMESA, Y LLAMADO. CARIÑOS C.
Cierto..enigmático e interpretable de mil formas
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