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Como huele la sangre,
cuando las venas hierven.
Como sabe el sudor,
cuando al rodar se bebe.
Como siente el dolor,
el que a vivir se atreve.
Planeaba la sombra.
Sobrevolaba el cerro.
Espesa como el humo,
de una latente hoguera.
Silenciosa y humana.
Negra de negro humo,
como una perla negra.
Lentamente camina.
Cadenciosa rutina.
Salpicada de notas,
de apariencia divina.
Que confunde y rebota,
como una serpentina.
Desoyendo la voces,
que en la cabeza anidan.
Repiqueteo constante,
de ideas que adivinan.
En la mente curiosa.
Donde viven los sabios.
Se recrean las acciones,
de profunda mirada.
Donde sueñan los niños.
Donde hablan los labios.
Donde la idea alada,
atraviesa la nada.
Como una mariposa,
de coloridas alas.
Como huelen los miedos.
Y como sabe el hambre.
Como huelen las lágrimas,
del que vive en la calle.
Como frenan la rabia.
Como sus bocas callan.
Como mueren por dentro,
los que no tiene alas.
Sofocados se quedan,
los incendios del alma.
Cuando vuela la idea.
Como una bruma blanca,
que el Sol quiere besarla.
A. L.
http://alupego.blogspot.es/2
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