¡Oh, mujer!, que mi inquieta fantasía
iluminas con resplandor de aurora...:
que con brillante luz deslumbradora
reduces al radiante sol del Mediodía.
Eres de mi conciencia experta guía,
de la verdad que mi alma ignora,
y de mi arte, sublime defensora,
inspirando en mi... la poesía'.
En tu existencia, pródiga en dolores,
tu divina voluntad, es primavera
llena de color, pájaros y flores.
Tu forma de ser, causa mi embeleso,
y me robas el alma toda entera,
con tu fragante y encendido beso.
J.Plou
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