No acepto disculpas
del que no asumió sus culpas
No habrá ni olvido ni perdón
Sólo esperar que vuelva a repetir
la felonía,
la injuria, los maltratos, la traición
Lo único que pido
al que de algún modo ha herido:
un ademán reparador
Y eso si es que se puede corregir
La mayoría
del daño ya no tiene solución
Menos se le admite
al que, pertinaz, repite
frecuentemente su maldad
Lógicamente habrá de reincidir
Más todavía
si tuvo más de una oportunidad
Los buenos corazones
no andan pidiendo perdones:
alcanza el cambio de actitud,
el desagravio a tiempo y resarcir,
la cortesía,
y en adelante obrar con rectitud
El que de esa guisa
se comporta, no precisa
pedir perdón ni suplicar
Todo lo que se pueda ya decir
son naderías
y no habrá nada más que perdonar
Quien, por el contrario
nos recita un novenario
pidiendo a hinojos el perdón,
pero nunca se supo arrepentir,
¡Qué hipocresía!
Palabras huecas, llantos de cartón
Y, por otro lado,
no soy santo ni jurado
No tengo tal atribución
A mí que no me vengan a pedir
ni una amnistía,
clemencia, ni indulgencia, ni perdón.
- Autor: Julián Centeya (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de abril de 2018 a las 00:57
- Comentario del autor sobre el poema: Texi: Lo prometido
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 123
- Usuarios favoritos de este poema: Jorge Horacio Richino, María C., Lore Cruz
Comentarios5
Es bueno, y diría casi necesario pedir perdón o que te lo pidan si te han fallado, aunque en ciertas actitudes de carácter muy grave, seguramente no será concedido (a mi modesto entender).
Buenísimo tu poema, muy claro y determinante!
Un abrazo!!!
Creo que la institución del perdón le sirve al que lo pide, pero no le sirve al que lo da.
Y soy consciente de que es una posición personalísima, que no pretendo que sea compartida por nadie más. Es sólo una exposición de mi forma de actuar y de pensar.
Abrazo
Cuesta un mundo a veces pedir perdón, hay seres humanos que eso no quieren ni mencionarlo...pero es necesario perdir y recibir disculpas y saber perdonar...y aceptarlas.
Un abrazo.
Creo que la gente es en 4D. La gente cambia con el tiempo.
El que ayer te ofendió, tal vez hoy ya no exista. Este que hoy aparece frente a vos, con una actitud reparadora y conciliadora, no es el mismo.
Y por lo tanto, a éste, al nuevo, al que no volverá a incurrir en agravios, no tengo nada que perdonarle.
Abrazo, Kitty
Perdonar cuando existe arrepentimiento. Pero no eximir del pago por el daño causado.
Un abrazo.
El arrepentimiento es el perdón. Si alguien se arrepiente de lo que hizo significa que ha cambiado. Y por lo tanto, se ha hecho acreedor del perdón, sin que medie ningún ritual de pedido o de conceción de disculpas.
Pero una parte del arrepentimiento consiste en la reparación. O al menos, en su intento.
Es mi forma de pensar. Abrazo.
El perdón, requiere de comprensión y suponer que el ofensor sabe de su equivocación.
Es importante el entorno de la ofensa, que puede errar el juicio del ofensor.
Pero también, pasa que el ofensor, lleva su propio entorno errado y no tiene sentido perdonarlo, de lo que nunca dominará.
Para perdonar, se requiere grandeza y una memoria ordenada.
Un abrazo.
Esteban
Muchas puntas, como para seguir hablando toda la noche...
Abrazo, Esteban
A la dos de la mañana, los caminos se bifurcan al infinito...
Esteban
Este poema puede tener tantas vertientes en aquello que nos cuesta dar, fingimos dar en ocasiones, porque podemos ser el yugo infernal a quien en teoría se lo damos, pero si es la súplica imperiosa que queremos recibir.
A mí me lleva a verlo en aquel que quiere dirigir un pueblo, una ciudad, un estado, cuando no ha pagado sus pecados pero si vocifera que arreglara un país.
Excelente poema Hippie, muy profundo y con el contexto muy tuyo que me gusta leer.
Pensalo en lo chiquito. Esa persona que viene pidiéndote perdón, pero que no reconoce nada de lo que hizo, que sólo pide perdón como una fórmula, como un compromiso. ¿Da para perdonar? Si lo primero que hará será traicionar tu perdón y reincidir...
En cambio, a aquél que no te pide perdón, pero que trata de desagraviarte, de corregir el error, y que de ahora en más no vuelve a traicionarte, aunque no medie un pedido de disculpas, ¿no lo perdonarías?
Lo que trato de decir con esta poesía, es que, más allá de las disculpas, lo importante es el arrepentimiento. Si eso, no hay disculpa que valga.
Y eso en todos los niveles...
Al margen... qué lindo que me digas que te gusta leerme... Me has alegrado la noche...
Abrazo apretado y fuerte, Lorena
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