Hay en las aguas
buena felicidad,
ramas revolotean
y no hay ansiedad.
Piedras marrones y grises
ambientan la orilla
crecen los musgos
sin copa o colilla.
Tierno riachuelo
danzante y alegre,
corre empedrando
lo que a él se atraviece.
Y sigue la vida
y sigue el amor
y a ese riachuelo
le da su esplendor.
- Autor: Eber R. Guerrero (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de abril de 2018 a las 02:59
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 43
- Usuarios favoritos de este poema: Silvestr
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