Ya no importan las horas del día,
si en la jungla de la algarabía,
pierde fuerzas a golpe de ayuda,
y la amiga, de la zona prohibida,
lo llama a voces y él no saluda.
Ya no quiere su tanto por ciento,
del querer que quería un te quiero,
y lo eterno para siempre es frugal
y su mente, otrora fulgente,
en la noche es procela del miedo.
Si le deja el señor de Alemania,
y recuerda sus penas del alma,
se prepara a nadar de paseo,
como pez, sin espina dorsal,
en las aguas del río Leteo.
Haz por Dios que obedezca el primero,
sin poner ese grito en el cielo,
que haga caso a la pobre señora,
"Belle époque", del pasar de las horas,
que lo acuna en su cálida aurora.
Dulce luz de la llama encendida,
de la vela de la razón de la vida,
que iluminas a tiempos parciales,
quédate, ven conmigo otra vez,
cree en mi, a pesar de los males.
Con la prez de escamas de colores,
como sombras nadando entre loores,
en las frías aguas de su abismo,
juégase la vejez, perdiendo al ajedrez,
dentro de un cataclismo.
Sin pasión, sin reloj, sin memoria,
sin verdad, sin amor, sin historia,
sin "con el" y en brazos de Morfeo,
por nadar, como pez de recreo,
en las aguas del río Leteo.
- Autor: M.G.Ratia (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de abril de 2018 a las 03:05
- Comentario del autor sobre el poema: Dedicado a todos los abueletes. La mejor dulzura, la fruta madura.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 98
- Usuarios favoritos de este poema: Jorge Horacio Richino, Silvestr, Luibarca, Ágora, Xabier Abando, Ӈιρριε Ʋყє ☮
Comentarios4
Buen trabajo, Ratia y buen homenaje. Lo leí variss veces (con permiso del señor de Alemania).
Un abrazo.
Pau
Gracias, siempre vuestro. Un abrazo.
Lo he leído y me parece tan excelente que no me siento capacitado para calificarlo!
Podría decir: Genial, estupendo, maravilloso... y temo quedarme corto!
Un gran abrazo!!!
Gracias por tus calificativos amigo, creo que la has leido con el corazón, y el corazón del poeta engorda las letras...
Siempre agradecido recibe un abrazo.
¡¡¡Excelente !!!!.
Que hermoso homenaje has escrito, lleno de delicadeza.
Un abrazo.
Gracias, ellos se merecen esa delicadeza y paciencia. Un abrazo Luibarca.
Leteo, el río del olvido. Los dioses nos libren de nadar en sus aguas. Yo voto por viajar directamente al cercano Aqueronte.
En fin... ¡pobres viejillos, atracados y despojados de sus recuerdos por ese infame señor alemán! Hermoso tu poema en su homenaje.
Un abrazo.
Xabier
Gracias Xabier. Sí, "olvidémonos" del Leteo. Cerca del Aqueronte digo yo, habrá algún bar donde olvidar, a base de buenas cervezas. Un abrazo.
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