Soy según creo
un sensible tardío
que desnuda su alma
en la puerta incierta
del final de su vida.
Ignorando si esa puerta
es del infierno
…..
o lo que es peor aún
la del paraíso.
Trato de comprender
ya no todos
…..
solo algunos asuntos
relacionados al vivir
y a eso del morir.
Viendo los atardeceres
tornar en colores
naranjas
para quedar en ese
azul profundo
negro
como el cerrar los ojos.
......
Pienso en la música
que la siento lejana
al compás del piano
y ese largo lamento
de los violines.
Sentado
en el sillón
voy escribiendo
estas letras
en el infinito blanco
mientras te recuerdo
en la orilla del mar
riendo
tan joven
hace tanto tiempo ya
…...
y no puedo regresar.
- Autor: Esteban Couceyro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de abril de 2018 a las 10:24
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 49
- Usuarios favoritos de este poema: Ӈιρριε Ʋყє ☮, Ágora, El Hombre de la Rosa, Fabio Robles
Comentarios4
La tragedia de la vejez no es que uno sea viejo, sino que uno aún es joven.
Un abrazo
El cuerpo, es una cárcel, que se resquebraja y terminará aplastándonos...
Solo nos salva gritar entre las rejas..., nuestro pensamiento hecho obra nos superará.
Es posible que se pierda en la soledad de la nada..., pero es un intento.
Un abrazo.
Esteban
Dulce ocaso si hemos vivido con intensidad
Un abrazo
Ágora
Los ocasos, suelen ser bellos y de lenta introducción al descanso..., ese cielo colmado de estrellas, la oscuridad como una inmensa y suave mano...
Un abrazo.
Esteban
Una hermosa y genial forma de versar el surrealismo estimado poeta y amigo Esteban
Un placer pasar por tu portal.
Saludos de amistad
El Hombre de la Rosa
Gracias, estimado Críspulo, el día agoniza entre recuerdos y deseos de regresar...
Un abrazo.
Esteban
Cada día se muere un poco y también se renace algo, por algo se vive lo que se vive, la cuestión es encontrar el por qué y el para qué o simplemente vivirlo. Este último caso es el más sano.
También hay muchos sabios que han dado estas respuestas.
Un abrazo
Si, es mucho más descansado y afable, limitarse a recibir la tibieza del sol, mirando los acontecimientos en una pantalla, con la acepsia de Dios...
Supongo que tanto tu, como yo, nos irritamos la vista ante esa pantalla de la realidad.
Pero yendo al tema, en un punto, uno trata de cerrar la contabilidad de su propio ejercicio, esperando que las cuentas concilien correctamente.
Un abrazo.
Esteban
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