Siempre
pero siempre / de la nada
irrumpes como una diosa
como una estrella de mágicas aguas
humeando entre tus húmedos cristales
Brotando como un disparo etérico
sobre los espejos de mi mente
y sobre el crepitante terso lomo del mar
Y mis manos como tallos suplicantes
buscándote / como pájaros que no te alcanzan nunca
porque cuando te tengo te desvaneces
como el aire entre mis dedos... que jamás
al parecer ya podré palpar
¡Oh divino y dulce misterio !
Palidece ante tu presencia el universo
y tu luz se expande ante mis ojos
como una diosa celeste
a la que nunca dejaré de amar
¡Oh triste y dulce encanto sin tiempo !
¡Amor de mis amores !
¡Mujer de mis heridas !
¡Rendirme nunca...! ¡Olvidarte... jamás...!
Para la sirenita: Irene
- Autor: Iván Terranova Cruz (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 5 de abril de 2018 a las 22:32
- Comentario del autor sobre el poema: Un poema simbólico, que detrás de su fantástica historia, encierra un sólo mensaje: La sirena simboliza el amor imposible.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 33
- Usuarios favoritos de este poema: Irene..
Comentarios1
Te orillo la historia de Amor de la sirenita Amaria titulada perla.Te amo.
Dicen que Amaria era una sirenita a la que le salían las piernas
cuando bajaba la marea de sus playas.
Sucedía entonces, que su amor bajaba corriendo loco desalinoaliento, a buscarla a la estación, porque sabía que solamente durante este tiempo único, las playas de Amaria quedaban al descubierto desnudas y abiertas de volar en volar.
Sabedor de que este fenómeno único igual que eclipse tan solo duraría unos días, hasta que la marea del Hasta para siempre volviera a subir, y sumergir las playas de Amaria amar adentro de nuevo a su sirenita.
Mas él navegante experto, calculaba con precisión la fecha exacta del día,
en que sus playas volvían a sumergirse y con ella su santo canto de sirena.
El navegante tenía dos palabras clave para desembocar este fenómeno fluido del corazón
sin que ella nunca adivinara que él era el amante-causante-errante de todo..
..simplemente se dejaba llevar como novia a la deriva del blanco en los brazos de ese verso oleaje.
Y así así, entre travesías de islas móviles
y flechas sonoras atravesadas de luz de parte a atra-besarte submarina por vaivienes de rumbos inexactos
pasaron varios meses desde la última vez que ella anduviera los pasos de los besos de los huesos
al tenerse de sus caderas sostenerse.
Siete días tenemos mi amor, esa es la cifra de la eternidad fresca
que de nuevo se descifra, para volvernos locos de amar.
De tanto en tanto Amaria la sirenita salía a la superficie su cabecita rubia
y asomaba su oído, por si escuchara la caracola de esas dos palabras.
Tan hondas tan ondas, que el eco se bebía la segunda hache, y con ella dibujaba circulitos de agua
para que su sirenita tocara la estela redonda de su garganta.
Esas dos palabras que fueron que serán y que son: Te amo.
Pues, que te puedo decir, querida Irene... Esta preciosa y dulce historia, hace el complemento necesario para todo el argumento de mi poema. Y me alegra... sobre todo tu amable presencia.
Ví... una película no muy reciente, una versión moderna de una sirena que se enamora de un muchacho de la nobleza (equis) que no recuerdo bien... Todos sin excepción... alguna vez en nuestras vidas nos hemos enamorado de alguien... que por diferentes circunstancias resulta inalcanzable; digamos en un 99% . pero esa realidad es otra historia. Nuevamente gracias.
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