Cascada de azabache tu cabello
Que adorna, el desnudo torso, de tu encanto
Silueta cautivante ante mis ojos
Que colmas a tu gusto y a tu antojo
El aroma de Abril, que me enamora tanto
Quiero en tus brazos dormir, preciosa mía
Con el plácido calor, que tu cuerpo emana
Sabiéndome prisionero de tus besos
De almíbar, con miel de los cerezos
Al despertar, junto a ti, por la mañana
Bien sabes, carcelera de mi boca
Que prefiero tu encierro, a ser libre
No me sueltes! Mariposa de la luna
Que tus alas no son como ninguna
De las viejas pasiones que me siguen
Con ellas, me conduces hasta el cielo
Elevando mi temperatura corporal
Y provocas el estallido de mi piel
Que temblando cual hoja de papel
Se agita a merced de un temporal
Quiero estar junto a ti, cuando despierte
Cada una de mis frías madrugadas
Contemplarte enternecida mientras duermes
Algún Lunes, Martes, Miércoles, Jueves o Viernes
Y abrazarte con ternura, mi almohada...
Fabián Reyes
05/04/2018
- Autor: Fabián Reyes (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 6 de abril de 2018 a las 01:07
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 32
- Usuarios favoritos de este poema: María C., Jorge Horacio Richino, Irene.., Rosa de cristal
Comentarios3
Me ha encantando tu poema Fabián.
Un abrazo.
Y a mí me encantó que te haya encantado Isiszkt
Un placer tenerte por aquí
Recíproco el abrazo
Ah buen juego de palabras, eso que se dice, valga la redundancia, pues te quedo de fábula.
Gracias Isiszkt, Dios te bendiga
ÍDEM.
No he leído en los últimos tiempos un poema tan amorosamente escrito!
Realmente una maravilla en todas sus estrofas!
Se nota sentido y real, y seguramente lo ha de ser, cuestión que me alegra por ti!
Bello poema!
Mis aplausos y un gran abrazo!!!
Gracias Jorge Horacio, un honor y un placer que visites mi espacio.
Es la musa mi amigo, que cuando llega crea esa magia llamada poesía y nos inspira a escribir y versar en el sentimiento.
Gracias por tu aplauso inmerecido y por tu abrazo, lo recibo y lo hago extensivo a todos los poetas de Poemas del alma
Recíproco el abrazo
Saludos
Me encantó trayéndome el abrazado recuerdo de las encarceladas palabras de Luis:
Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien
cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío;
alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina
por quien el día y la noche son para mí lo que quiera,
y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu
como leños perdidos que el mar anega o levanta
libremente, con la libertad del amor,
la única libertad que me exalta,
la única libertad por que muero.
Tú justificas mi existencia:
si no te conozco, no he vivido;
si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.
Gracias Irene por compartir tu sentimiento en mí espacio, me agrada mucho que te haya encantado mi poema.
Esa cárcel encierra vida tras sus rejas y estar entre sus barrotes es sentir que somos prisioneros del amor, que Dios nos regaló como el don más preciado para ser expresado de manera genuina por otro ser del cual nos enamoramos.
En hora buena ha sido conocerte Irene, aprecio tu amistad y te prometo que voy a leerte con calma y entendimiento, porque si tus letras son como las que hoy has compartido en mí espacio, seguro estoy que voy a disfrutar leyendo tus versos.
Saludos mi amiga
Un abrazo y un beso
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