Una reina para un mestizo

Zubeneschamali

Pulcherrima la mas bella, mi dulce y psicodelica flor, estrella eterna que has quedado grabada para la eternidad, mi hermosa bellatrix, mi quimera, la bailarina que danza en el lago del tiempo desde ya mas dos decadas.

Siempre recordare ese sublime momento, mi Galatea, por que eso eres un amor inefable y estas mas aya del amor carnal pero no lo despreciamos por que somos puro fuego y libertad.

Eso eres mi amor, de belleza inocente y salvaje que llevas, porque aun somos niños perdidos en esta vida y a la deriba, un manojo de habilidades y conocimientos sin sentido.

Oh mi preciosa y liberal niña que me diste tus hermosos ojos azules esa noche, azules como el mar, ese oceano de incertidumbres al cual sarpaste sin temor, haces de las mentiras solo sombras con tu radiante luz que sale de tu hermoso cabello.

Confiezo que fuimos complices en ese momento y sentimos la libertad fluir por nuestras venas, conspiramos a favor de nuestros sueños mas profundos y sinceros. Encontramos la perfeccion sin querer y lo sublime nunca fue tan tangible, real como vivir dentro de un sueño, tan real que parece de otro mundo.

Y aunque ya no se mas de ti mi estrella mi querida vindemiatrix aportadora de agua en este desierto, una sola gota tuya valida la existencia entera de la vida y el universo, mi mujer salvaje de video juego, eres como jill valentine o regina, eres algo sin explicar como la vida misma y sus inexplicables formas de manifestarse.

Que hermosas son las estrellas pero que inalcanzables son, la realidad que la colmena nos impone debemos dejarla atras, amemos sin mas, bendito sea el fulgor que viste en este ser terrenal, mi radiante estrella fugaz.

 

 

 

 

  • Autor: Zu (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 7 de abril de 2018 a las 02:31
  • Comentario del autor sobre el poema: Bendito sea el amor celestial.
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 27
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