Y era solo mi voz gritando
en las madrugadas,
letras, frases palabras
que te buscaban, que buscaban
por lo menos tu nombre;
y era solo un eco
que golpeaba las piedras mojadas
de la calle sola
de las casas oscuras
y puertas desvencijadas.
Y tu voz en mi interior
rompiendo muros y quebrando
cristales
que caían en rocío y escarcha,
en lluvia tenue
con sabor a lágrimas,
en esas horas
con el corazón a deshoras.
Hebra de magia es escuchar también
en el griterío, tu voz en silencio.
Al fin, solo estamos tú y yo
no importa la multitud.
Bolívar Delgado Arce
- Autor: BDA2211 (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de abril de 2018 a las 11:37
- Categoría: Amistad
- Lecturas: 70
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