Soy una adivinanza efímera,
o puede que una solución eterna.
Soy la razón que mueve al mundo,
pero no una moneda de cambio.
Soy a lo que muchos aspiran,
soy de lo que muchos disfrutan.
Soy de lo que muchos carecen,
soy lo que muchos no quieren.
Una vez seré lo mejor que pueda pasarte,
y muchas veces seré tu peor acompañante.
Soy algo que nadie compra,
pero me robarían con una mirada.
La mirada puede ser ciega e imprevista,
pero ninguna fuerza a quedarme me obliga.
Soy inútil para uno solo,
pero valiosísimo para dos.
Soy lo que te empuja a aceptar sus fallos,
y a odiar aún más los tuyos.
De origen irracional,
y de doloroso final
Creo las mayores injusticias,
creo tus mayores ansias
Inicio la guerra
o termino con ella.
Todos me sentís,
pero no me entendeís.
Soy, como a los poetas, el tema principal de sus vidas,
y vosotros tratáis de limitarme a unas letras
Me odebeceís como hombres decididos,
y luego me maldecís como vencidos.
¿Quererme contigo?
La máxima expresión de egoísmo
Te doy la fuerza de mil héroes,
o te dejo agónico y yacente.
Te hago recordar en el pasado,
y añorarme en el futuro.
Difícil es encontrarme
y aún más fácil es perderme
Te hago necesitar a quien odias,
o solo su compañía.
Hago que te esfuerces como nadie,
por ciertas cosas, o por alguien.
A algunos les he hecho mantener su vida,
a muchos otros les he hecho quitarsela.
Entre dos personas me tejen,
muchas veces uno ni lo sabe
Soy el motivo por el que se escribe esto hoy
Dime, si alguna vez me has tenido: ¿Que soy?
La respuesta,
iluso poeta,
soy yo:
el amor.
- Autor: Laocoonte sin hijos (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de abril de 2018 a las 16:21
- Categoría: Amor
- Lecturas: 20
Comentarios1
Buen desarollo de la idea
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