Hoy, casi sin querer...
escuché una agudo grito
del pasado,
mi alma desbocada...
de pájaro y de tormenta,
se paseaba
apenas lacerada
de puñales...
en el arco desaconsejado
del crepúsculo,
allá donde el silencio
entre pálidos
poemas...
se nos anuda de zozobra,
entre abedules
de nácar...
a veces desgastados
de lirio
entristecido,
en la copa...
desamortizada
de la vida.
Comentarios2
El pasado nos recuerda, dejándonos abandonados en el incierto futuro.
Por eso, de vez en vez, viene a nuestra memoria el pasado abandónico e ingrato.
Un abrazo.
Esteban
BUENO LO LLAMAMOS PASADO POR NO LLAMARLO CASI-AYER... EFECTIVAMENTE SOMOS PASADO, TANTO COMO PRESENTE... A VECES EL PASADO LLAMA A LA PUERTA... ES ALGO IMPOSIBLE EL PRETENDER CERRARLE EL PASO... SIEMPRE LOGRA ENCONTRAR UN RESQUICIO POR DONDE COLARSE...
El pasado siempre regresa, aunque no quieras, viene.
uN ABRAZO.
ASÍ ES, MI NOBLE AMIGA...
Un beso fraterno pani.
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