Crónicas del Nacimiento del Pueblo de la Plata (A Fresnillo, Zacatecas, México)

José de Jesús Camacho Medina

INTRODUCCIÓN
En la tierra cuyo símbolo es un cerro, bautizada por el nombre de un joven Fresno, se vislumbra al pájaro del tiempo, que me ha de llevar bajos sus alas para mostrarme el cronológico sendero, que ha sido recorrido por un honorable pueblo. En esa cuna de plata, donde la gente ora y trabaja desde su fundación, desde su nacimiento. Cual Cerro Proaño es fiel escudero, en compañía de un eterno guardián: el Santo Niño de Atocha de Plateros y la virgen de la Candelaria; la protectora del aposento eterno.
¡Pájaro del tiempo, me haz de transportar a la morada del ensueño, allá donde cada corazón late con acción y sentimiento, en cada primavera en cada invierno, a lo largo de su existencia, y en lo ancho de su velo, emprende tu viaje desde este momento!

“Los astros danzan de manera atípica con nuevo resplandor,
Por cada diamante de la bóveda celeste existe un profeta,
Que vaticina cambios impregnando una estela de fulgor,
¡Año de 1552; calendario en el espejo, su estampa refleja! ”

“Hijos de la Madre Patria marchan al son del clamor,
Virtud que adorna su panorama; una constante firmeza,
Con vestido de color perla llamado ambición,
Transitan hacia los mantos argentíferos de la belleza.”

“Parecen hormigas por todo alrededor buscando alimento,
El aleteo de las aves en sincronía con viento y la biología terrenal,
Microcosmos y sus ínfimas procesiones de bacterias e insectos,
Donde pastos y helechos al Dios de la armonía han de venerar”.

“En medio de un suelo casto de civilización y basto de plata,
Tierra y arbustos le besan los pies a una expedición,
Marchan los actores principales de aquella función magna;
Hombres, caballos y mulas, ganado, víveres y munición
Al compas de una lluvia de gotas en rostros y caras;
aguas salinas, desembocando bajo el nombre de sudor.”

“El correr del reloj le abre las puertas al cansancio,
Mientras la odisea enciende a la lámpara del fervor,
Los Hombres bañan su esencia del turbante gallardo,
Buscando la llave maestra para abrir el templo de la
Colonización.”

“Recinto construido con dos grandes columnas;
Bautizadas bajo los nombres de riqueza y ambición,
Yacimientos minerales en enjuague con sus dunas:
El Argumento para que la escuadra arme el eslabón”.

“Anhelos de riqueza en la mente del conquistador,
Incuantificables como del firmamento las estrellas,
Por la madre naturaleza el internado en una región,
Donde un coloso natural sigiloso los observa.”

“La corteza del gigante exaspera de rencor,
Entrañas de mineral, las células de su esencia,
Moléculas de plata; ladrillos en constitución,
Formas y fractales; asilos, de la magnificencia”

“La vida se abre paso cuando la abeja poliniza a la flor,
En el universo la melodía del equilibrio se interpreta,
Cerro en pulcra y magistral simbiosis con el sol,
Muestra en la geografía de su piel algunas evidencias;
Diseño perplejo a las ventanas del alma de la exploración,
El evocado material se vislumbra a plena flor de tierra,
Mientras una presa subyace en las fauces de su depredador”.

“El cerro recibe las aguas bautismales,
Con el segundo apellido de su descubridor,
Los conquistadores emprenden nuevo viaje,
Músculos y huesos encienden su motor”.

“La aguja de la brújula apunta hacia el norte,
Cuando la golondrina de la morada partió,
El Cerro Proaño en el olvido, un par de años,
Referencia indiscutible en futura excursión,
Cual faro en los aposentos, del mismo Poseidón”.

“Bajo la esfinge de la matemática florece el número dos,
Cantidad de años que el gusano de la cronología arrastra,
Con 15 calendarios, el capitán francisco de Ibarra
Se acompaña, por la experiencia, la esclavitud y el vigor,
Proveniente de Zacatecas, su barco fija las anclas,
Sumiso y en acato, obedece la orden de un superior”.

“La batuta dirige en orquesta y la voz de un tenor,
Peregrinaje con frenesí en un paraje se adentra,
¡2 de septiembre de 1554!, un grito la historia aclamó!,
Un suelo coquetea con una dama vestida de seda
Cual ropaje exquisito se tilda en fundación,
En ahínco, Ave fénix subleva la sagrada vela,
Prólogo arquitectónico en súbita ejecución.”

“Una laguna con un ojo de agua a la orilla,
En cuya margen crece un infante fresno,
Cual semilla en la superficie se anida,
Adjudico de materia y nutriente del seno”.

“Ansiado símbolo, bautizo de cuna de plata,
Espíritu de un Santo Niño peregrina en un ojo de agua,
Real de minas del Fresnillo y su virgen de la Candelaria,
Tierra esplendorosa donde la gente ora y trabaja,
Fresnillo de González Echeverría: corazón de Zacatecas;
Refugio sublime, morada amada”.

  • Autor: José de Jesús Camacho Medina (Offline Offline)
  • Publicado: 7 de abril de 2018 a las 21:11
  • Comentario del autor sobre el poema: Homenaje a la tierra donde nací.
  • Categoría: Carta
  • Lecturas: 15
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Comentarios +

Comentarios1

  • Texi

    Una curiosidad:
    Nací en un pueblo que aunque lo denominan "La fregeneda" en documentos antiguos viene indicado "La frexeneda" que significa "bosque o campo de fresnos" y curiosamente las fiestas que se celebran son "las candelas" en honor a la virgen de Candelaria.

    Me agrada tu escrito aunque detesto ver las palabras madre y patria juntas, tanto como me gusta ver madre y naturaleza juntas



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