Yo comparto tristes días
con una pequeña hacienda
cercada, breve y desierta,
de nombre casi olvidado,
donde unos naranjos chicos
de destartalada sombra
declaran la desterrada
tierra que ahora resido.
Por paredes solo tengo
lo que mi vista comprende,
el cielo y distantes sierras
y vagabundos pinares
que adornan unas cercanas
solas montañas hermanas,
donde persiguen el alba
acomodadas casetas
de veraneo que están
casi a punto de enviudar.
A la izquierda yo me encuentro
un moribundo parral
que me llora su soledad
y ya oigo yo recitar
a los tordos y los mirlos
canciones de funeral.
- Autor: patxi pérez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de abril de 2018 a las 04:01
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 14
- Usuarios favoritos de este poema: itxaso, Texi
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