El asunto no solo es de cuerpos, esas lides viajan más allá,
reflejan lo profundo de una gran admiración, deseo que arde
devorando fantasias y pasión.
Provocar es la constante de la seducción, es ese roce que tiembla que estremece la piel, un tacto que se esparce ardiendo en placer, caricias muy obscenas que desnudan sensaciones insinuando a recorrer profundas emociones, miradas que eclipsan morbosas expresiones incitando a poseer labios que se lamen con el alma, que se humectan con el fuego que los quema y se avivan al compás de gemidos en un éxtasis infinito de cóncavo y convexo.
Aquella desnudez erótica de la pasión, que bañada en el sudor de una sábana lasciva en lujuria, sexualiza besos insaciables sedientos de la miel y la esencia misma de los labios en la piel.
El sabor del alma y el exquisito aroma de el sexo se enamoran en un cuerpo, una sonrisa bella, un abrazo fuerte, un orgasmo o en la ternura de rendirse al cansancio con miradas inpregnadas de entrega marcando un corazón... fruto único del arte de amar.
OSCAR CRUZ
- Autor: Oscar Cruz ( Offline)
- Publicado: 8 de abril de 2018 a las 09:43
- Categoría: Erótico
- Lecturas: 71
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