MUJER RADIANTE

Luisrondon

MUJER RADIANTE

Eres tan radiante, si tú, tan radiante e iluminada que sin darte cuenta, tu luz se compara día a día, todos los días, con la luz de todo universo.

Eres mágica, encantadora, poderosa y sutil visitadora del amor y la felicidad, en primavera, llegas en la flor, en el invierno llegas sobre agua, en el otoño, renaces, te elevas alto como hojas de los árboles, y en el verano, eres tan firme como el árbol de amapola.

Eres más que cualquier creación divina, la misma que imagino y que deseo llevar como un ramo de rosas, entre mis manos cada día. 

Eres única, indescriptible, inigualablemente bella, en realidad toda una diosa, el amor te hace perfecta, y, a nadie te pareces desde que yo te amo. 

Déjame cantarte cantarte en tus dias tristes, en tus soledades, una música que se entone unicamente con letras de tu inmenso corazon, déjame también tenderte entre guirnaldas amarillas, rosas azules, jazmínes y claveles, eres exótica y toda la flora envidia tu olor y tu natural fragancia. 

Quién pues amor mio, podría deletrear tu nombre, sin antes pensar que puede terminar enamorado con tu devastadora hermosura, quién más podría escribir tu nombre con letras de humo entre las estrellas del cielo en luna menguante? Ah, hermosa princesa, déjame recordarte cómo eras entonces, cuando aún no existías.

-Ya? Si, lo recuerdo. Eras la misma diosa que anhelaban mis ojos ver, y mi corazón entrelazarce comi cordón a tres dobleces.

Y, en medio de tu presencia pronto el viento aúlla y golpea las ventanas de mis ojos que permanecen cerradas, las puertas de mi corazón rebelde, que antes de conocerte, solo conocia el tenebroso desierto de desolacion. Pero tu amor, tu amor es como el cielo, es una red llena de sonrisas, besos u abrazos. 

Y justo en mi alma, si, en mi alma amor, vienen a dar todos los vientos, desde todos los puntos cardinales. Eras lluvia y aún así me aceptaste siendo tormenta.

La lluvia se desviste ante tu inmensa presencia. Y el cielo llora a venir cuando por alguna razón estás triste. Pasan huyendo los pájaros, el águila eleva su vuelo y se deja caer. 

Yo sólo habia podido guerrear contra la fuerza y el poder de los hombres. Pero tú, tú me hiciste un luchador sin casco ni espada, escudos y trajes.

Me hiciste un luchador de amor y verdad. Eres la única capaz de poder amarrar el cielo.

MUJER. El ser valiente lo aprendi de ti. Y cuando estaba en medio de la lucha, donde mis fuerzas se agotaban, escuchaba tu voz diciendo:

(Ella) -Tú estás aquí. Eres fuerte y jamas huirás. 

Tú me responderás hasta el último grito de vida, hasta que hayas aclamado desde el sin fin del campo, victoria.

Y justo en ese momento, te habré concedido el ser mi defensor y mi compañero, juntos por siempre y a mi lado como si tuvieras miedo, donde yo seré tu fuerza y razón.

(YO) Entonces ahí conoceré tu verdadero valor, ahora también, pequeña mia, habré aprendido que todos los días me traes bendicion. 

Porque tú, tú mi amor, tienes hasta los senos perfumados de amor y miel. 

Mientras el viento triste azote las mañanas del otoño matando mariposas, yo estaré junto a ti amandote, y mi alegría muerde tu boca que provoca. 

Cuanto te habrá dolido acostumbrarte a mí, quizás días, meses, años....A mi alma sola, desierta y salvaje, a mi nombre que todos ahuyentaron por miedo a vencer.

Ahora que existes en cada espacio de mi y que hemos visto arder tantas veces el lucero del amor besándonos y abrazandonos la vida, los ojos del alma, y sobre nuestras mentes destorcerse los crepúsculos en abanicos gigantes, éstas palabras recorren mojan tus mejillas de un senmiento llamadas emociones las cuales llueven sobre ti acariciándote. 

Te amé desde que te conocí, desde haberte visto, hace no sé cuanto tiempo, tu cuerpo de nácar y almendras soleado.

Eres inmensa, como las galaxias que conforman lo desconocido.

Te creo dueña del universo. Y por ti, por ti traería de las montañas flores alegres, rosas rojas, girasoles, copihues, avellanas oscuras, y cestas silvestres de besos con abrazos incluidos del alma. 

Quiero hacer contigo lo que la primavera hace con los cerezos, lo que el invierno hace con los ríos, lo que el otoño alimenta y mantiene, lo que el verano se lleva.

Luis Rondón Alcalde. Un poeta VENEZOLANO

  • Autor: LuisRondonAlcalde (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 8 de abril de 2018 a las 21:08
  • Comentario del autor sobre el poema: Cartas que nunca entregué.
  • Categoría: Amor
  • Lecturas: 42
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