La tarde se difuminaba rosácea entre los penachos de nubes que
historiaban el atardecer sobre la playa, en Niza.
El encantamiento en el que estaba sumida me parecía de ensueño,
no podía dar crédito a tanta belleza, y además de la mano de Benoît,
mi Falchetto de mi alma, un as del automóvil.
No había nada planeado, nos dejamos volar a los vientos que tenues
caracoleaban la superficie acuosa que se avistaba azul, desde aquí.
Benoît, como os decía, era un avezado conductor, no en vano se ganaba
la vida como afamado corredor de carreras deportivas, que por entonces
empezaban a granjearse las delicias de los chicos, sobre todo aquellos
que se dejaban ver en los bailes de alta alcurnia que menudeaban en la
costa azul, por entonces...
Sin más dilación nos acomodamos en un Bugatti, si no recuerdo mal-
aunque os confieso que no soy una entendida en estas lides- para
entregarnos a la aventura, que fue por desgracia la última.
Me metí dentro de mi mejor traje, un modelo con escote palabra de honor
de Octavie Lansême, que me concedía una apostura, ya ajada por la edad,
que otros ya me gustaría.
Como la noche nicense era de cuidado me enfundé el fulard negro
que tanto me gustaba, tan largo que me servía de improvisado abrigo.
Era tal la velocidad que alcanzamos por sobre las carreteras costeras que
la prenda se enrolló en la llanta de la rueda trasera, arrastrándome tras de
sí cual vulgar piltrafa.
Él ni se dio cuenta, hasta demasiado tarde...
- Autor: Albertín (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 11 de abril de 2018 a las 09:10
- Comentario del autor sobre el poema: Trágica muerte, y tonta también.
- Categoría: Cuento
- Lecturas: 18
- Usuarios favoritos de este poema: Alexandra L
Comentarios4
Buen relato que atrapa hasta el trágico final, nadie falta a la cita pactada. Placer leerte Alberto.
Saludos, feliz día, Alex.
Me alegra tu visita Alex.
Saludos también para ti.
Fantasioso cuento bien desarrollado y con un final trágico. Saludos Alberto
Así fue el final de Isadora.
Saludos Fabio.
Alberto: Aunque un poco estúpida, linda forma de suicidarse, un tirón mortal y ya está.
Saludos amigo
Insinúas que fue un suicidio, dicen que fue, eso sí, un estúpido accidente...
Saludos también para ti.
Cuando leí la historia de Isadora quedé obsesionada, era pequeña y por las noches soñaba con ella, fue tan trágica y tonta su muerta. Felicitaciones muy buen relato.
Gracias, me alegro de que te haya gustado. Un saludo Marellia.
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