Extraño.- (11/04/2018).-

Sostener una mirada, un tropiezo, una fuga,
Esta comezón que delata el extrañarte,
El serte extraño,
El sernos sobrantes.
Aferrarme a las muescas de tu sudor impregnándome,
A esa mano que ofreces y no toma mi mano,
A ese beso que dejo caer y no me importa quién lo recoja,
A tantas consecuencias de saltearme los espejos.

Adentrarme en el dolor de este líquido inmóvil, pesado,
Que es mi carne y tu nombre enclavado hasta los márgenes
De mi más íntimo olvido.
Saborear ese intento por desmembrar el tiempo,
Por cercenar cada uno de los sonidos que atentarán tu duermevela;
Y sacudirme de una vez,
-Aunque no sea la primera, aunque sólo sean marcas de esclavo
En la pared descascarada de mi deseo-
Hasta que logre vivir con la misma boca que probó tu veneno,
Tu trepidante tranquilidad tumbada cual jaca muerta,
Tu prudente audacia de jinete azuzando el cadáver.

Nos vamos introduciendo en la imposibilidad:
Casi distraídos levantamos las murallas,
Evitamos las palabras que podrían redimirnos de la ruina.
Nos dejamos ir, cada quién en su tabla, en su corriente,
Cada quién en su incómoda comunión
Con la palidez de mañana.