Tomo asiento,
me reclino mientras él
afina su poema.
Hay gentes que conozco
y no,
se escuchan acordes de prueba
y las notas de los primeros versos.
Alguien me susurra
pistas al oído,
un lejano poeta
con demasiada nostalgia,
tan cercano a mí
que me rosa la cara,
que tienta curioso la barba
que aún ignora.
Se rompe la capa fina
de hielo al tacto,
brotan las memorias,
se incorporan con una
honda bocanada de aire
y se sientan a mi lado.
Lo dejo actuar,
escucho atentamente
como toca mis propios dolores,
como raspa nuestras lejanas dudas,
su melodía,
hay algo en su mirada
que me reconoce.
- Autor: Nerudaperdido ( Offline)
- Publicado: 11 de abril de 2018 a las 23:56
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 24
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