YO NUBE
Nacida de algún lago, mar o río,
me elevo en un evanescente vuelo
hasta mi dulce hogar, límpido cielo
que me permite vivir a mi albedrío
gozando de su mar de terciopelo.
En mis viajes dictados por el viento,
voy recorriendo un mundo sin fronteras,
sobrevolando montes y praderas,
y gozando, de la noche, un firmamento
que me sirve de almohada y cabecera.
Me gusta disfrazarme, travestirme
a infinidad de formas y colores
según sea el humor de mis vapores.
Yo puedo disolverme o comprimirme
en cirros, en estratos y hasta en flores.
Soy colectora de sueños y despistes
del iluso que aún mira hacia lo alto
y gentes que conservan el encanto
de la añoranza y la mirada triste,
y envían a mis brazos a su santo.
Que creen distinguir en mis disfraces,
figuras, borreguitos, corazones …
y me emocionan con sus ilusiones
de momentos felices y fugaces
que captan la verdad de sus visiones.
Otras veces, soy yo la que aún añoro
el convertirme en lago, mar o río,
y por vivir el sueño que yo ansío,
me convierto en lluvia cuando lloro
consiguiendo el sueño que porfío.
O me convierto en niebla y bajo al suelo
a besar, en las frías madrugadas,
a la que otrora fuera mi morada
antesde encaramarme hasta este cielo,
líquido canto de mi tierra amada.
Tuve amores con luna, sol y monte
y también me pretende algún lucero,
pero mi sino es errante viajero,
y yo me enamoré de un horizonte,
con fama de huidizo y pasajero.
Disfruté con mi monte y con su altura,
subí su falda y lo abracé en la cima,
alimentando mi ego y mi autoestima
con sus besos de nieve y de frescura
Al año, me engañó con una sima.
De la luna, yo amé el argento brillo
de su mirada traviesa y sonriente.
De aquel amor, en su fase creciente,
disfruté juguetón como un chiquillo,
mas, pronto se mudó en inconsistente,
porque, tras de gozarlo a dicha plena,
murió de languidez y amor menguante
y se volvió errática y distante,
convirtiéndose en una luna nueva
que transita, en la noche, sollozante.
Un día la envolví en mi niebla densa
y cuando estaba ausente y distraída,
taimadamente, yo emprendí la huida,
dejándola desnuda e indefensa
expuesta a las miradas de por vida.
Subí muy alto huyendo de un mal día
y entonces conocí al rey flameado,
mas, no siendo su abrazo de mi agrado
pues ponía calor en demasía,
salí de allí con el amor tiznado.
Y en un día de lluvia y de tristeza,
cansada de llorar mis desamores,
un arco iris pintado de colores
inundó el horizonte de belleza
renaciendo mis platónicos amores.
Desde entonces yo vivo la utopía
de perseguir un sueño inalcanzable
que me hechiza de forma irrefrenable;
ese horizonte que mi amor ansía
y me rehúye de forma inevitable.
Marzo de 2018
Jose Cruz Sainz Alvarez
- Autor: donrevis ( Offline)
- Publicado: 12 de abril de 2018 a las 07:40
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 79
- Usuarios favoritos de este poema: Fabio Robles, Evandro Valladares
Comentarios2
Sigue viviendo esa utopía
que a veces nos cuesta tanto,
al no entender que su filosofía
para la vida no es el llanto,
y si el amor y la alegría
que a muchos produce espanto.
Genial e interesante tu reflexivo poema.
Un abrazo desde la Mancha de:
joanmoypra
Tengo 15 dias de ausencia del país y ahora que comienzo a revisar me ha producido profunda alegria el encontrarte. Si!!! que es un gusto leerte. Imaginación, estilo, musicalidad, maestría, encanto, de todo tiene tu poema. Te confieso que lo he leido varias veces para sacarle cada vez más el gusto. Espero no nos dejes tan largos espacios para "saborear" tus hermosas letras. Un abrazo de sincero afecto, simpatía y admiración por ti.
Muchas gracias mi buen amigo. Un abrazo
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