Annetta estaba sentada
esperando
en un desesperado
ir y venir
del péndulo
ya habían tocado la media hora
tanto hacia que esperaba
en la sala de esa estación
pueblerina
de La Crocetta.
Se había levantado
con las primeras luces del día
preparado la pequeña valija
con unas pocas prendas
todo lo que tenía.
Salió apurada
por los senderos
hasta la estación.
Su corazón
se remontaba
con los pájaros
que rasantes
alborotaban
sus propios vuelos.
A medio camino
se cruza con Pedro
que sentado al costado del carro
le pregunta
– Annetta adónde vas –
…..
Ella girando sus pasos
le contesta
__ A Roma, con Carlo __
Pedro, siguió el camino
diciendo algo
que ella no entendió.
Nuevamente las campanadas
dan la hora.
El tren está llegando
ella mira a los lados
del andén
sin encontrar
a Carlo.
Annetta toma su valija
y levantando la barbilla
pide un boleto
para Roma.
-
Autor:
Esteban Couceyro (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 12 de abril de 2018 a las 12:34
- Categoría: Amor
- Lecturas: 34
- Usuarios favoritos de este poema: Texi, Frida Alcántara
Offline)
Comentarios3
A medio camino se cruza con Pedro que sentado al costado del carro le pregunta – Annetta adónde vas –
¿Carro=?
Carro, es un vehículo, generalmente de trabajo, tirado por caballos o bueyes (nada que ver con la denominación centro americana del automóvil). De carro deriva, carreta, carretón, carretilla, carruaje, carrindanga.
Un saludo.
Esteban
Gracias, entonces muy buen cuento.
Un abrazo
Fácil adivinar el murmullo de las palabras de Pedro.
Menudo calavera debía ser el tal Carlo.
Me pico la curiosidad y busque imágenes de La Crocetta, es un lugar con mucho encanto, pero no pude encontrar fotos de la estación.
La música perfecta, para la escena
Un placer, como siempre visitar tu espacio Esteban.
Un abrazo
Quizá el testigo de esta historia, me ha mentido con algún dato...
Un abrazo agradecido..., hubiese jurado que La crocetta tenía estación de trenes...
Esteban
Y es posible que la tenga, yo no encontre imagenes
Bella, ciao ....
Una bellísima escena, digna de las mejores películas italianas de la época de oro
Abrazo, Esteban
Tu comentario, denota la deformación profesional, ves la escena, como en una película neorealista (que lamentablemente, ya no se hace más, los italianos de hoy parecen suecos).
La personaje, vive un desengaño al que porfía, superándolo con amor propio, bien tano...
Un abrazo agradecido.
Esteban
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