…y allí estábamos los dos,
frente a frente, mirándonos,
desnudos de cuerpo, mente,
y alma, de espíritu…
allí estábamos, mirándonos,
con el dolor, la ira
y el rencor en total silencio,
con la tristeza, con la alegría
sentidas al mismo tiempo,
allí los dos estábamos
admirándonos,
perteneciéndonos,
tratando de nuevamente
reconstruir el pacto,
un pacto ya roto;
…allí estábamos,
solo mirándonos
frente a frente después
de habernos amado
el alma y el cuerpo
en total desnudes
con la mente
muy despierta,
sin ninguna inhibición
como en el pasado.
El amor, a través
de nuestros labios
en palabras y frases
rompía el silencio cruel
de los dolidos sentimientos,
allí estábamos los dos,
viviendo y muriendo a la vez,
allí estábamos los dos,
en el lugar en el que jamás
debimos estar,
en el momento que
para siempre
debimos enterrar,
que nunca más debió
volver a pasar;
…allí estabas tú,
nuevamente alimentando
mis ilusos anhelos
y fantasías,
mi utópica felicidad,
allí estaba yo,
amándote de nuevo,
intentando confiar
en tus sentimientos
ya antagónicos,
tiernos pero efímeros;
los recuerdos de tiempos perfectos,
cayeron en ese error de los dos,
esa búsqueda de poseer algo,
que yo sabía no existe, perfección?,
ahora se que la exactitud es el equilibrio,
lo mas sabio que no solo en el amor,
el ser humano debe buscar y vivir,
…en esos instantes de pasión,
fuimos corruptos en el amor,
orillados los dos fuimos a eso,
el pretexto: idealizar
los instantes hermosos otorgados,
sin importar quien trabajo más
en conseguirlos, y allí estábamos
anhelando volver a tenerlos,
con la mente llena de todos esos
recuerdos casi mágicos
y el alma ya vacía,
con un corazón fragmentado.
La soledad era nuestra morada
aun estando en compañía, allí,
en esos instantes donde la lujuria
disfrazaba románticamente
solo el vil deseo carnal,
lo que algún día fue amor
más que fraterno, la costumbre
como cáncer se aferra al alma,
infectando, matando todo
y nada a la vez;
…y allí estábamos, allí,
mirándonos al principio
como totales desconocidos,
llenos de culpa y vergüenza,
perdiendo dignidad, fortaleza,
mintiéndonos a nosotros mismos,
escuchando solo excusas,
es lo único que podíamos compartirnos,
allí estábamos
profanando nuestro santuario,
derrocándolo, despedazándolo,
al entregarnos desnudos
sobre el manto de la mentira,
respirando el hedor
que emanaban nuestros cuerpos,
ataúdes sudarios sin mortaja,
sobre el cadáver de nuestro amor,
aberrantes fuimos.
…y allí estábamos los dos,
después de consumar un vil acto,
tan sucios como cuando cada uno
accedió a entrevistarse
para mirarse de nuevo,
allí estábamos al final de todo,
dándonos la espalda,
marchándonos llenos de culpa
después asco, para a final del día
rasgarnos las vestiduras del alma,
rezándole al odio y la impotencia,
de jamás comprender lo sucedido,
allí terminaba todo,
allí dentro y fuera de mí.
…y allí, estábamos los dos
frente a frente, mirándonos,
desnudos de cuerpo,
mente y alma,
de espíritu, allí estábamos,
viviendo y muriendo a la vez,
eso es algo,
que no puedo explicar,
y que no se lo deseo a nadie.
- Autor: Rigortmortiz (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 12 de abril de 2018 a las 13:10
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 72
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