"A veces
cuando miro el cielo de noche,
veo una estrella muy pequeña,
brillante y alejada.
Confieso que imagino
podrías ser vos.
Diciéndome
"¡Mira, acá estoy!
No estamos tan alejados como pensas”.
Entonces fue cuando entendí
nuestros caminos se tenían que separar.
Comprendí que,
tal vez ése hilo rojo,
existía.
"Era algo invisible
para nuestros ojos,
pero inconfundible para nuestro sentimiento.
El cual compartíamos…
No,
sentimientos que compartimos.
¡Sabes, amor mío!
¡De vez en cuando,
suelo preguntarme qué tan grandes estarán tus alas!
Te amo tanto
como la luna ama la noche.
Te necesito
tanto como el agua para apagar el fuego.
Fuiste y sos
mi más grande alegría,
pero también mi dolor más grande.
Sos el motivo de mi sonrisa y
mi fiel compañero.
Mi Pequeño Ser de Luz."
Dorian.
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