La hora, es ahora

La hora, es ahora.

 

Ufff una noche más sin dormir,

contigo dando vueltas en mi cabeza,

invadiendo mis sentidos, mi vida... todo.

 

Me desveló imaginarte en ese amoroso "secuestro",

la lluvia erizando tu piel y tus gorjeos de ave herida,

pidiendo la habilidad de mis manos, para entibiarte,

con tus ojitos preñados de un brillo especial,

tus labios siempre envinados, húmedos,

cuotas necesarias al paraíso

y yo, en mi desquiciado afecto,

bañándote de lágrimas y vistiéndote de besos,

acunada en mis brazos,

con el corazón queriendo estallar de felicidad,

por haber derrotado la utopía de... mi amor sin ti.

 

Miro a mi alrededor y todo está igual,

la habitación sola y más triste aún,

sin ti, ni tu promesa de amor.

A mi pecho le cuesta respirar...

Mis ojos cansados, se cerraron un segundo...

y pretendieron al abrirse, que ya eras una realidad.

 

Como duele tu distancia,

distancia, que no es ausencia,

porque moras en mí, porque mi alma te aferra

y ya nunca te podrás alejar.

Pero mis sentidos también quieren participar,

Mis oídos desean escuchar tu dulce voz,

Mis ojos, obnubilados de ti se quieren quedar,

Mi olfato se quiere eternizar en tu aroma de mujer,

Mi boca, quiere cantar mil versos de amor por ti

y mi piel... ah mi piel... mi piel quiere derretirse,

ante el abrazador roce con la tuya.

 

Como hacerle entender al caprichoso destino,

que su reloj se dañó, que la hora es ahora,

que el amor aguarda y la felicidad se desborda,

que no hay lugar a la espera,

que la soberbia conjunción del cosmos, ha llegado,

es unir nuestras esencias y el amor florecerá en invierno.

 

Ron Alphonso

15 de abril de 2018