Ya se relajó la luna y ya terminó su envidia de ti. Ya no te desea desde el orgullo y la vanidad y es ahora ella la que rompe la tiniebla hostil de mis ojos. La que aparta nubes y nubes de mi cabeza desengranada. Es ahora en ella en quien fijo la mirada sin sentir, culpable, mi escafandra protectora. Ella, la luna, que siempre estuvo ahí y seguirá eternamente aun cuando me haya ido contigo, dejándola sola de nuevo. Y volverá la envidia a la luna, y la tiniebla a otro que no soy yo. Y vagaré por tu luz de eterno sosiego.
- Autor: M.G.Ratia (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 20 de abril de 2018 a las 02:04
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 59
- Usuarios favoritos de este poema: Jorge Horacio Richino, Ӈιρριε Ʋყє ☮
Comentarios5
Solo puedo decirte, querido amigo, que te acompaño en el desconsuelo de estos sentidos versos!!
Un inmenso abrazo!!!
Gracias Jorge, buena mañana ...
Un abrazo.
Poesía pura 👏🏻👏🏻👏🏻
Gracias querido Mael, están las poesías, el chocolate y el amor.
Me gustan la primera, breve, lo segundo, puro y lo tercero, si va un poco adulterado, mejor.
Un saludo con abrazo.
Brillante
Un abrazo
Gracias, agradecido de veras.
un abrazo.
Precioso Ratia, sobre todo ese “y vagaré por tu luz de eterno sosiego” final. Te felicito.
No habrás sido, en su época, amigo y confidente de ese toro enamorao de la luna, eh?
Un abrazo.
Xabier
Creo que sí, pero la luna no corresponde mi amor por ella... jajaja. Mal astro, que radia diurno, la tiene ensortijada en las telarañas del cielo impidiendo que yo la enamore.
Da igual... aquí en el suelo hay cientos de flores deseando ser regadas. Mmmm.
Jajaja ... gracias Xabi... que me arránco fácil.
Un abrazo fuerte amigo !!!
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