En el mar de recuerdos
muero en la soledad,
En el reloj de arena
me ahogo en su espera.
La distancia de la mirada
hace la noche más oscura.
El espacio vacío en mi vida
hace imposible vivir los días.
Me faltará tiempo en vida
para extrañar y sollozar su falta.
Como hueco que se posa en mi corazón
una herida profunda que no cicatriza.
Se hace una espera eterna
un sufrimiento sin sosiego
cuando se amanece sin aliento
y hay un sol quemándote adentro.
Los pasos se hacen más pesados
en el camino tormentoso
que conduce a la orilla
de la profunda desolación.
Ahora no puedo desacostumbrarme
a la bella costumbre de tu
presencia.
- Autor: Cielo Gonzalez ( Offline)
- Publicado: 20 de abril de 2018 a las 11:01
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 77
- Usuarios favoritos de este poema: Poesias de pasillo, Fernando?
Comentarios2
A veces, parezca que éste dolor de otoño se recrea en una tristeza sublime...algo que acaricia el corazón averiado con manos cálidas y te lleva a un resguardo seguro donde llorar tranquilo.
Me gusta, sobre todo, porque es sencillo hacerlo tuyo.
Lindos versos.
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