Él era muy devoto, defensor de la castidad
Pero como padre era muy prolífico
No podía presumir de se ciéntifico
Y naturalmente tuvo de vástagos una barbaridad.
A su muy atrayente vecina de abajo
Siempre le decía con sutil galantería
Tú me quitaría la pena con tu alegría
Y ella contestaba, ahora tengo que aguantarte
en el trabajo.
La mayor pena de las trabajadoras
Es tener de compañero un Don Juan
Dándole la lata a todas horas.
Y la suerte del Tenorio
Es ligarse a su vecina
Sin invadir su territorio.
- Autor: argantonio ( Offline)
- Publicado: 20 de abril de 2018 a las 14:58
- Comentario del autor sobre el poema: Pobre Don Juan, siempre debajo del balcón o la ventana esperando con todo su corazón latiendo de amor y de pasión, esperemos que algún día su prometida le haga caso y gane esta difícil partida,amén.
- Categoría: Humor
- Lecturas: 10
Comentarios1
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