TU MARTILLO, MI VAIVÉN

Lore Cruz

Te reparo más allá de los gemidos,
de la carne quieta que te anuncia,
exalta mis más retorcidos pensamientos.
Mis sentidos se agudizan
se alborotan,
se perturban,
se inquietan ante el vocablo atinado,
sensato,
afinado
que susurras a mi oído indicando que eternamente seré tu diosa.


El falo exasperado,
enardecido,
enloquecido
que invocas y a mi boca llena,
es el martillo que golpea,
se desplaza con cuál gracia
en el hundimiento que va dejando a su paso.
Navegas cada milímetro de mis labios,
con el liquido afrodisiaco que por sus comisuras vas dejando.
Los macizos que residen bajo mi dorso
no se asustan,
ni menos huyen al animal que te posee.

 

Amarras tu hombría en mis montañas,
en ese beso impopular, aborrecido,
que hace de mi la Cleopatra que adoras.
Tus manos se sustentan en mis cúspides,
mientras el macho que te infringe
esta en vaivén, en compás,
en la mitad de la parte baja de mi dorso,
surco inmortal de nuestra lujuria.


Ya cansados,
estropeados y absortos,
fundidos pero no difuntos,
nos abrazamos en espera del siguiente acto
para morir nuevamente al vaivén de mis caderas

LoreCruz
Madrigal de Luna
©Derechos de Autor
Colombia

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Comentarios +

Comentarios3

  • Jorge Horacio Richino

    La magia del relato que cautiva, nace cual realidad fantástica en tu excelsa pluma!!
    Hermoso poema que lleva al lector por cada uno de sus versos, sin pausa hasta la finalización del relato!
    Mis sinceras felicitaciones!!
    Un cálido y enorme abrazo!!!


    • Lore Cruz

      Siempre tan cordial con mis letras, las alimentas con tus comentarios.
      Un abrazo muy fuerte Jorge

    • larisadelesqueleto

      no sólo me he hecho asiduo a tu casa
      pediré quedarme como huésped, previa autorización de la propietaria

      ¿qué le pido a un poema?
      un comienzo que atraiga
      un desarrollo fluido
      y un final contundente

      lo erótico envuelto con la reparación llamada amor

      los dos primeros versos son bárbaros

      poema salvaje y exquisito a la vez

      un abrazo

    • Lore Cruz

      No sigas mimando mis letras de esa forma que se volverán caprichosas. En mi casa eres bienvenido.
      Excelente Domingo risadelesqueleto



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