Alguna vez salimos de paseo,
alguna vez te dije que te amaba
pero pasó ese tiempo tan lejano
y se perdió mi voz en la distancia;
hoy quiero comprender aquellas tardes
y quiero recordarte en la palabra,
aunque han quedado atrás las primaveras
y los veranos secos y las playas,
allí dejamos parte de la vida,
en la costa mirando las resacas,
al fondo se veían los veleros
rompiendo el horizonte con su raya;
pero era incontenible aquel impulso,
suspiros escanciados de dos almas,
susurros de los pechos encendidos
y sueños que nacían de la nada...
Recuerdo muchas tardes a tu lado,
y siempre con alegres caminatas,
subíamos al parque de aquel faro
y en él nuestras figuras paseaban;
hablábamos de cosas sinsentido,
de amigos, familiares y otras causas,
y luego, entre miradas y silencios
se unían nuestros manos tan heladas;
las noches nos tomaban por sorpresa,
el tiempo, lentamente, se pasaba,
y entonces los relojes eran dueños
del filo que cortaba la navaja;
eterna soledad la que venía,
la cruda realidad era ya amarga,
y entonces arreciaban las caricias,
los besos y las lágrimas ahogadas...
"...Alguna vez he vuelto a recordarte,
destino que dejaste tu nostalgia,
aquí, con una herida tan profunda
que sigue desgarrando mis entrañas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
20/04/18
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 23 de abril de 2018 a las 13:46
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 85
- Usuarios favoritos de este poema: Flor de otoño
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