Y cuando me da por buscar,
ahí estás tú.
En cualquier rincón, en los cajones, en el armario,
hasta en las sábanas.
Ahí estás tú.
Tu sombra me persigue,
tu voz me reclama,
tu olor me embriaga,
tu calor me consume,
ahí estás tú.
Y créeme que quisiera dejar de amarte,
pero tú no me dejas,
estás siempre presente,
siempre en mi cabeza,
siempre estás tú.
Y cuando por fín,
[Por fín]
creo olvidarte,
entras en mi corazón para volver a dejar tu huella,
y así, desaparecer otra vez.
Otra vez en mi memoria.
Otra vez estás tú.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.