A una chilena...
Yo estaba odiándote un poco. Estaba tirándote de lado. Hundiendo tu nombre en un mar sin regreso.
La carta que escribí para ti, la dejé abordo del barco chileno que jamás navegó mar, pero conoció cielos estrellados.
Apuesto que las letras se han despintado y se han teñido en el viento, y que en la maraña de tu pelo se han enredado.
¿Cuánta vida se quiere, cuánto tiempo se da? Estoy en casa ahora escuchando un tango jazzeado y recordando el color de tu piel, mulata, labios encendidos y ojos cristalizados.
La vida se nos vino encima y el tono de"la menor" del saxofón lo confirma. Te escribí una carta que jamás zarpó al mar y se consumió en la orilla de la arena morena.
A ti te quise vida mía, fulgorosa cenicienta y puta no de esquinas. Te quise como la lluvia quiere a la tierra en las noches de agosto. Te quise aún a sabiendas que vos nunca querías .
Ahora en el destierro de tus recuerdos mujercita de tono discreto, me confieso: eras la mujer más astuta del planeta, fría y sin sentimientos, bella como la luna pero ingrata, quejumbrosa y puta sin remedio.
A la orilla del mar de mi cama, en el oleaje del jazz, te recuerdo chilena, y se me antojan tus caderas, tus besos amargos, tus mordidas dulces.
Hacías el amor como una bestia, como perfecta bailarina en coreografía gitana,
Y se fue otra noche y jamás llegó mi carta, y vos, apuesto estás meciéndote en otra cama.
- Autor: Marner (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de abril de 2018 a las 17:12
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 44
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.