Te recuerdo niña
tan bella como un amanecer
el aroma simple
la carita apenas redonda
como la primer luna
de un tiempo sin recuerdos.
Me miraste con esos ojos
extrañados
por que me iba lejos
con mi familia
y ya no compartiríamos
tiempo ni juegos.
Ya no podríamos
estar cerca
tocarnos las manos
y dejarlas francas
en medio de risas
contándonos cosas
de niños
cosas simples
y esas miradas
calladas
………
eternas
que no suponíamos
mas
que eran silencios
inexplicables
……...
silencios de amor.
Me miraste con esos ojos
que se fueron inundando
mientras nuestras manos
francas se unían
en un último intento
por descifrar
eso que no sabíamos.
Yo tenía once
y ella solo diez años
cuando
en un abrazo
nos dimos el primer beso
enamorado.
- Autor: Esteban Couceyro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de abril de 2018 a las 10:54
- Categoría: Amor
- Lecturas: 36
- Usuarios favoritos de este poema: Ágora, Ma. Gloria Carreón Zapata., Texi
Comentarios3
El amor más puro, sin malicia
Un abrazo Esteban
Una experiencia inolvidable.
Un abrazo.
Esteban
He tenido el gusto de conocerte aqui a través de tus letras y comentarios. He leído tu poema y me ha traído recuerdos de mi niñez también y de un amor precoz que se diluyó en el tiempo. Lo has descripto con mucha calidez y emoción.
Un abrazo amigo, un placer leerte
Gracias por tus generosas palabras, en ese paso de la niñez a los inicios de madurez, se llega al amor encontrando su esencia, libre de convencionalismos.
Por lo visto sabes de que le pasaba al protagonista.
Un abrazo fraterno.
Esteban
Bellas remembranzas de un amor inocente, de esos que brindamos en la infancia. Inolvidable. Un gusto leerle estimado autor. Saludos cordiales.
Estimada María Gloria, creo que todo amor es inocente en alguna forma, la diferencia del amor niño es su carencia de convencionalismo.
Lo demás es especulación social, conveniencias, sociedades de provecho.
Un abrazo.
Esteban
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