Por qué Dios mío,
sigo la intención
de volar en sueños,
rumbo al cielo,
y giro sin parar,
como un remolino
que ultraja el encanto,
de un amor perdido,
por qué Dios mío,
si creo ser bueno,
la conciencia me
lleva al infierno,
por qué Dios mío,
tarde me arrepiento,
sin regreso válido
de lo mal vivido,
por qué Dios mío,
le rehúyo al espejo,
no lo sé,
pero es mi castigo,
dónde,
dónde están
mis ilusiones
de pibe,
que no encuentran
seguro refugio,
en las entrañas de
este hombre mayor,
por qué Dios mío,
dejé todo en el camino,
y hoy tengo el
corazón vacío.
Víctor Bustos Solavagione
- Autor: Víctor Bustos Sola (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de abril de 2018 a las 13:09
- Categoría: Amor
- Lecturas: 19
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