He bebido de los viejos
odres de tu vino tinto
conozco el sabor de tus mujeres
de las enredaderas de la uva
del desatino de su destino
todas boca al suelo sin quereres.
De California a Oregón
de Paso Norte a Juárez
tierra de vid, tierra madura de uvas.
Las raíces de tus mujeres son profundas
calan como en suelo arenoso
su sangre los ha teñido con un tinte rojizo.
Juárez se esta quedando
sin la Eva mitocondrial
sus mujeres como lobas
aúllan en los viñedos vaciados de odios.
Andalucía mira desde el extramuros
celosa de los suelos calizos y pedregosos
donde las raíces de vida de la vid
de Juárez se adentran como simiente
en la ruta del vino.
Aquí, allá
y en las otras fronteras los hombres
emborrachan a sus mujeres
con el mejor vino espumoso
luego cortan sus venas y tuercen sus cuellos
en una orgia de muerte que no acaba.
Las uvas maduras
deberían oler a mujer, gustar a mujer
su orgasmo debería sembrar vida
no drenar la sangre de ellas.
No me sentaré a beber su vino amargo
ni me sentaré con los asesinos de sus mujeres.
La Heroica Ciudad Juárez
cambio su vino tinto por sangre
y ha emborrachado a Francisco Maderos,
Venastiano Carranza, Francisco Villa
y al mismo Benito Juárez.
Un aliento de muerte sube por todo el valle
viene desde el desierto de Chihuahua
los emborrachados del vino han
macerado en odres a sus mujeres
No beberé su vino sabe ajenjo, es veneno.
- Autor: Kleber Exkart ( Offline)
- Publicado: 26 de abril de 2018 a las 13:06
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 37
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