Hoy he decido contar mi historia, no es para nada una fantasía, ni mucho menos un cuento de terror, simplemente son mis pasos, en lo que queda de camino.
Todo empezó aquel 4 de marzo del 2001, dentro del papel letras de esperanza colmaban mi oración, estaba dispuesto antes de tener conciencia, a enfrentarme a el mundo. Mis padres, siempre me dieron lo necesario: un abrazo, una sonrisa, y un buen bofetón, le dieron sustento a mi arcilla, ahora bien, quien me moldeó, fue un viejo libro de historia, el, al igual que otros libros se danzaban en mi ser y hacían de mi, alguien con el poder de imaginar, esos mismos libros, me ensañaron a escribir, y a poder darle vida a mi imaginación, es por eso que poco a poco he podido vivir, escapando no de mi realidad, sino de la realidad de la mayoría. Me criaron en un barrio lleno de sonrisas, que lastimosamente a veces se veían apocadas por la mala cara del hambre, era un barrio de millones, las fiestas eran el pan de cada día, y el pan de cada día, se lo comían las fiestas; disfruté mucho, las experiencias fueron inolvidables, no obstante no era mi mundo, porque la verdad ansiaba un universo.
Mi abuelo y sus viejos amigos, hicieron de mi, un amante de la política, los periódicos y los noticieros, me llenaron las venas de tinto, que con un dulce aroma a mañana, le daban inicio a mi día, sinceramente, hablando de recuerdos, éste es sin duda alguna uno de los más placenteros; En mi tiempo de estudiante, la vida era vida, el primer de clases, sentenció a un amor eterno: la tisa polvorienta y la magia del saber flecharon mi alma, y desde entonces, he sido feliz en un salón de clases, algunas veces aprendiendo, otras enseñando, y cuando el corazón se sale del pecho, haciendo las 2. Ese pequeño colegio, no solo fue mi segunda casa, sino además fue mi primer hogar, y hasta el día de hoy, si bien ya no está, aun lo sigue siendo.
Mis enamoramientos, no fueron del todo exitosos, es más, en mi historia amorosa, no existe la palabra “éxito”, y aunque algunas veces me duela, sé de una forma u otra, que ha sido lo mejor. La primera vez que me enamoré, fue súper rara, vi en una persona, aquello que siempre había amado, sus ojos cafés y su libro de Wilde, trasformaron mi pensamiento, y desde entonces no fui el mismo, ese primer amor, se mantuvo a pesar de las épocas, no obstante si cambio de personaje, tal como en el libro que tanto quería.
En lo que llevo hasta el momento, el silencio, ha sido mi gran amigo, ya que si bien tiendo a hablar bastante, es como si no lo hiciera, pues no siento de verdad nada de lo que digo, la soledad ha sido una constante, a pesar de reconocer la importancia de las compañias. De muy niño, debido al trabajo de mis papas, estuve bastante tiempo solo, y… siendo sincero, nunca me disgusto, tanto así que una de las cosas que agradezco con el alma, es la oportunidad que me dieron ellos, de poder tener mi espacio, y poder conocerme, puesto que es gracias a eso, que no compro cualquier apariencia, y vivo de mi realidad, aunque no sea la más ostentosa.
Los sueños en mi, siempre han sido como esas alas que me permiten volar, aunque viva el en suelo, y del suelo sea, soñar me lleva a donde he querido estar, a lugares que nunca había conocido, y que si bien no puedo palpar, los siento cada vez que abro los ojos. Personalmente tengo algunos sueños muy queridos y apreciados, uno de ellos, es no morir, y poder así vivir eternamente en mi legado; otro es poder ser feliz, porque hago lo que más me gusta, dedicar cada día de mi existencia, a los libros y a la educación, es una convinación perfecta, que da como resultado: mi sueño anhelado; recorrer el mundo es una fantasía, así como he conocido a España gracias Machado, y he conocido a Francia gracias a Verne, quiero conocer cada rincón de la tierra siendo ese autor, que la muestre por completo, quisiera un café cada mañana y un tinto en cada momento, quisiera un abrazo de la persona que me ame, y que siguiendo con los sueños, yo ame también, quisiera tantas cosas, conseguirlas y hacerlo de nuevo.
Hoy les he mostrado, no solo una gran parte de mi, sino aquello que solo conocía yo, y aunque estas las letras de mi historia, no sean lo más llamativo, son aquello que yo siempre quise fueran, y que sin duda fueron lo que más quería. Ya les he contado algo de mi, quise mostrarle mi mundo, hagarren un papel y enseñenme su universo!.
Atentamente : Ricardo David González Ortiz.
Para : Usted, soñador.
- Autor: Ricardo Ventura (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 28 de abril de 2018 a las 17:29
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 68
- Usuarios favoritos de este poema: Viento de amor
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