Un volcán derrite
toda mi vida.
Perdida y regalada
a los demonios
que me escondieron
en lo más
profundo de la tierra.
Tan sólo mi
mano, tapa su chimenea,
emana humo,
nada de lava asoma.
Que me perdonen,
la luna presa, los angostos
caminos sin flores,
las personas que me gritan
y soy cobarde
a sus llamadas, mi playa
ya, sin castillo
de arena, la pradera donde
no crecen amapolas,
la margarita
que deshojada, me contestó:
“Sí, te quiere”.
Mis ojos que brillaban
tanto, mi risa
escandalosa, mi canto alto.
Perdóname tú,
que esperas arrase
quemando,
todo lo de antes de ahora,
que funda
las absurdas esposas
y con ellas,
la llave de mi mazmorra.
Que ni yo, me perdono
mi flaqueza,
dejar a la pena ganarme
la batalla,
ver tu mirada resignada
y sin fe, en que
a veces es posible y pasa.
Y yo aquí, ardiendo
por ti, sin
atreverme a abrir
la grieta que
liberaría mis ansias.
¡Esa soy yo!
Un volcán que no es,
más...que
una inútil humareda
de palabras.
Pilar
Abril 2018.
- Autor: Pilar Gléz Navarro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 28 de abril de 2018 a las 20:12
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 23
- Usuarios favoritos de este poema: Viento de amor, Estanislao Jano
Comentarios3
dolorosas pero hermosas letras que emanan de tu alma enamorada y nos dejas para disfrutar la poesia
saludos amigables desde Colombia
MUY AMABLE LIBORIO. UN ABRAZO ENORME DESDE LA LORQUIANA.. GRANADA
Somos muchos los que queremos tapar el cielo con las manos...
Somos muchos que tenemos como principal tarea solamente aceptarnos...
Tan cierto... Así es querido Antón. Difícil tarea a veces... UN ABRAZO
Muy lindo Pilar!
besos
DE VUELTA ESOS BESOS Y MIL MÁS, HUGO. FELIZ NOCHE YA AQUÍ
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