Te conocí un día cualquiera,
y al tratarte poco a poco,
día a día,
me fuiste sorprendiendo.
Con tus detalles, con tus cosas.
Con el pasar del tiempo
Me confiaste tus secretos escondidos,
Tus buenas y malas experiencias,
Te aferraste a mí sin conocerme … un poco, siquiera.
Reías y regabas tus ojos
con lágrimas largas y tristónas.
Llorabas riendo mientras hablabas
Yo solo atinaba a escucharte en silencio.
Si te aferraste a mí, es porque todavía tu corazón palpita.
Porque tienes vida para amar.
Porque necesitas ser amada.
Porque encontraste en mi la fe perdida.
Ahora nadie podrá arrancarte de mis más
Profundos sentimientos y de mi existencia.
Y pienso adorarte y bendecírte toda la vida.
Porqué he llegado a quererte con toda mi alma
Ni tu, ni yo somos culpables
Culpable es quién nos junto.
Y no estoy juzgando a nadie.
Los dos estamos pecando … si esto es pecado.
Tu por quererme y yo por adorarte.
Si es pecado este amor … si amarte es un delito,
Que me perdone el cielo, porque amar es una Gracia Divina,
Si no es así, moriré pecando.
… aunque ya no estés conmigo
... ya no podré olvidarte
... porque te sigo amando
y te amaré toda la vida.
Antonio Encinas Carranza
- Autor: Antonio Encinas Carranza ( Offline)
- Publicado: 29 de abril de 2018 a las 09:09
- Categoría: Amor
- Lecturas: 24
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