Y yo...
que fuí cometa y primavera,
deslazada en la noche de los ciegos...
desbocado en la cita sin memoria
de la estepa deshojada de su arrojo.
¡Quién fue su canto
deslizado de poesía... !,
¡Quién apenas
un reclamo...
deshauciado de piropos !,
en la luna de Cazalla
se alimenta...
la princesa desnudada
por mis ojos.
Comentarios4
Lástima que son épocas en que las damas reniegan del romantisismo, ya se ofenden si uno les cede el paso.
Intenso tu poema.
Un abrazo.
Esteban
NO TODAS SE OFENDEN SI SE LES CEDE EL PASO... ES MUCHO PEOR SI SE LAS PISA... NOBLEZA Y BONDAD... SIEMPRE...
Me gustó mucho. Saludos
encantador!!!
Lo que nos llega a inspirar esa musa tan querida y bella como es la Luna nuestra.
Un beso.
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