En ocasiones el ser humano piensa que nada podría ser peor y aparece una catástrofe siempre que supera a la anterior.
Cuando suceden esas cosas sólo existe un abrigo suficientemente bueno para aliviar es cruel dolor y la agonía que causa el temible frío de cada paso en el camino de la confusión.
Todos hemos buscado en más de una ocasión un lugar reconfortante de tranquilidad, felicidad, amor y muchas cosas que cualquier persona soñaría encontrar.
Para el frío del duro y largo camino existe un abrigo llamado perdón. El perdón nos lleva un lugar lejano donde sólo se pueden mirar sonrisas llenas de alegría y sinceridad que con nada en el mundo se podría comparar.
Para el frío del difícil y arduo camino existe un abrigo llamado amor. El amor es el atajo más cercano y placentero lleno de ternura, armonía y libertad que alguna vez hemos soñado todos con poder cruzar y entonces así, respirar libremente con profundidad.
Todo el mundo parece morir de frío, eso es inaceptable pues en el hombro hemos llevado siempre ese abrigo protector creado para cada uno de nosotros y así llevarnos al lugar siempre añorado y deseado en el que todos deseamos por siempre estar.
- Autor: Fernando? ( Offline)
- Publicado: 30 de abril de 2018 a las 13:56
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 20
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