Quién ha dicho que el tiempo es inconsistente y cruel, está ciertamente equivocado. Lo que si es verdad, es que los años pasan y la vida recae y nace y muere a su antojo.
El tiempo alcanza, tanto para vivir como para llorar de ternura. Por supuesto también, para reír y hacer el amor dos veces en la mañana y de vez en cuando tropezar con una hormiga presa de su trabajo y libre de su destino. La pobre hormiga, a la que siempre por curiosidad le pregunto por su estancia en la pared, me ha hecho entender que hay que vivir y sopesar la muerte de ese señor que me amarga cada vez que me miro al espejo creyendo estar viejo.
- Autor: Jorge Enrique Briceño (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 1 de mayo de 2018 a las 23:24
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 34
- Usuarios favoritos de este poema: Syol *, Lualpri
Comentarios2
Buena propuesta...
Me agradó leerle...
Un poema gustoso de ser leido.
Gracias estimado poeta.
Lualpri
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