Somewhere (Leonard Bernstein)
Te fuiste un funesto otoño,
dictó el destino sentencia,
y a un crudo e inclemente invierno,
que pareció ser eterno,
me condenó, con tu ausencia.
Una noche cruel de octubre
nos dejaste, antes del alba,
y otra noche, de repente
bajó del cielo inclemente,
dejando impreso en el alma,
con el sombrío color
de la soledad de fondo,
un paisaje aterrador,
que traslucía el dolor
de tu imposible retorno.
El consuelo y la esperanza
de verte en el más allá
también me negó el destino,
en vista del desatino
que es la fe en la eternidad.
Recuerdos de horas felices
puñaladas son ahora
porque lo hermoso vivido
no puede ser revivido
y con nostalgia se añora.
Nostalgia de aquellas cosas
que felices compartimos
en genial complicidad,
del amor y la amistad,
compañera, que tuvimos.
La cuestión más angustiosa
es que decir no podría
si de darte fui capaz
toda esa felicidad
que, sin duda, merecías.
Esa espina se me clava
en el alma dolorida,
haciendo mucho más dura
la insufrible desventura
de tu ausencia desmedida.
El invierno quedó atrás,
fundió la silente nieve
un sol de tímidos rayos,
brotaron flores en mayo,
y todo ganó en relieve.
Pero igual que el sol se turna
con la lluvia a cada tanto,
así también, de por vida,
en mi alma tendrán cabida,
por turno, sonrisa y llanto.
Pasó a mi favor el tiempo,
poderoso lenitivo,
pero aunque cien años dure
dudo mucho que me cure
de esta nostalgia en que vivo.
Te fuiste y lloro por ti
y, en homenaje sentido,
por tu memoria yo brindo.
De mi vida, lo más lindo
fue el haberte conocido.
Mil gracias, de corazón.
Gracias por haber nacido,
y regalarme tu amor.
Francamente, fue un honor
que no sé si he merecido.
© Xabier Abando 17/10/2016
- Autor: Xabier Abando ( Offline)
- Publicado: 3 de mayo de 2018 a las 04:56
- Categoría: Triste
- Lecturas: 53
- Usuarios favoritos de este poema: Flor de otoño, Ӈιρριε Ʋყє ☮, M.G.Ratia, Luibarca
Comentarios4
El recuerdo de los que nos han querido nos hace inmortales
Un abrazo, grandísimo poeta
El recuerdo de los que nos han querido nos hace inmortales, tal vez, como dices. También, seguro, nos hace valorarlos más cabalmente tras su pérdida y estarles más agradecidos.
Muchas gracias, querido Hippie. Un abrazo.
Xabier
Absolutamente hermoso !
Evito, con todo respeto, cualquier otro comentario, ya que no existe más sutileza ni delicadeza que en los versos que dedicas a este ser tan amado. Para mí, querido Xabier, hacer poesía es llegar a lo más recondito del lector y tocar con tus manos el corazón. Es mi humilde opinión. Y vaya si lo has hecho. Mi más admirado reconocimiento.
Un saludo Xabier.
Muchísimas gracias, amigo Ratia, por todo. Un abrazo.
Xabier
Hermoso!.
Versos que destilan sutileza y tristeza.
Un fuerte abrazo, Xabier.
Muy agradecido por tu visita y tu apreciativo comentario, amigo Luibarca.
Un cordial abrazo.
Xabier
Cuando se marcha el otro hacia la nada, quedamos con un saldo en contra porque se va ampliando el valor del otro, María; con el paso del tiempo, somos capaces de ver en retrospectiva elementos que pasábamos por conocidos como triviales, pero posteriormente toman la dimensión verdadera y lo que encierran, así nos damos cuenta de lo pequeño que hemos sido, pues no siempre estuvimos a la altura de las circunstancias por imponernos prioridades arbitrarias en nuestro diario vivir.
Un abrazo poeta amigo.
Así es, en efecto, como muy bien dices, amigo Tokki. Muy sabias palabras las tuyas, fruto, sin duda, de la reflexión sobre la base de la experiencia vivida.
Muchas gracias, amigo y un abrazo.
Xabier
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