El placer de abrir,
o cerrar los ojos,
y saberlos propios
a los recuerdos,
recuperar bellos
momentos,
que caracolean en
el túnel del tiempo,
mirarme en el espejo,
y ver los rostros de
familiares y amigos,
que nunca serán olvido,
descorchar una botella
de buen vino,
y que esta madrugada
me sorprenda feliz,
embriagarme
de nostalgias,
sacudir mi cuerpo,
y que se vayan las malas,
hacerle un guiño
a la memoria,
y que me regale
una foto de ella,
si la vida al final,
es un cúmulo
de recuerdos,
pero de los buenos,
a los desgraciados,
no los tengo en cuenta,
poco a poco,
los devoró el infierno,
no se quiebra
el mundo,
por algunos yerros,
tampoco los míos,
humanos somos todos,
con manos y cerebro,
y un enorme corazón,
para disfrutar el amor.
Víctor Bustos Solavagione
- Autor: Víctor Bustos Sola (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de mayo de 2018 a las 17:48
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 32
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.