Rosa de los siglos, rosa de un día,
de ensueños y entremeses;
rosa roja sangre: ¡corto tu espina
y diamantes te crecen!
Rosa compareciente de las abejas,
en tí las moscas gimen.
En el oscuro walpurgis tú eras
maternal con el triste.
Rosa roja de guerra y de Caínes,
de carne y de deseo,
rosa reina de Otoños y de abriles,
¡de estepas y de inviernos!
Rosa: robas silvas a las princesas
y sus labios esponjas;
las palomas de Venus te interpretan
(y algunas niñas moras...).
Rosa de purpúreo y frágil hábito,
de desmayos y celos:
te animan y eternizan los Machados
en pulquérrimos versos.
Rosa fina, sutil y almidonada,
triunfante de la anemia:
¿no quiso la locuaz reina de Saba
ser rosa más que negra?
Rosa: admiro tus rojos propósitos
que mellan siempre en mí;
tu incienso de suspiros y sonrojos
por siempre hazme sentir.
- Autor: Antranik Manoukian (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de mayo de 2018 a las 19:39
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 59
- Usuarios favoritos de este poema: Vogelfrei
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