UNA MANZANA
Y sucede. Ese día que libramos montones de batallas en simultaneo y no concluimos una, o cuando le asestamos, sin esperarlo, otra magulladura al corazón, sin triunfos a cuestas, sin motivo para el festejos. Es justo ahi, cuando, implacable, silencioso y desesperante nos visita el insomnio.
Esas noches, la cama se nos muestra como de vida propia, imposible imaginar si es ella que se bate o son nuestros brincos. Los duendes incordiosos cargados en la testa ganan holgadamente la batalla contra las pobres ovejas que corretean en bandada y no hay quien las cuente. Pensar en dormir, suena tortuoso. Pasan las horas y cerca ya de comenzar de nuevo la faena, parece todo perdido. De pronto, ya casi rendidos, una idea cobra vida, un feroz ataque al refrigerador. A tientas, no sin ahorrarnos tropezones, mirando la hora, abrimos la puerta, se enciende la luz, revisamos cada estante y ahí a un costado, una manzana, muy roja, brillosa, con una imperceptible transpiración en su piel, se nos presenta como una revelación. Religioso ritual el de pelarla, el filo del cuchillo, como enfocado, acaricia su pulpa, un sonido húmedo y armonioso hace revolución en las papilas. Fresca al tacto, y ya en el instante que nos visita en la boca su crujir y su sabor ejecutan a dúo sinfonía, es néctar en esa madrugada, una manzana, el fruto del bien y del mal que condeno al pobre Adán. La magia sanadora de la naturaleza no es dado. Lentamente, cada quien ocupa lentamente si sitio en nuestra cabeza. Mansos los duendes y las ovejas, paz en las batallas y cicatrizado el corazón, es nuestro tiempo de dormir.
Una manzana, para los que añoramos por la noche el roce fragoroso de los cuerpos.
A.C.F – MAYO DE 2018
ARGENTINA
- Autor: Anton C. Faya (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 5 de mayo de 2018 a las 16:35
- Comentario del autor sobre el poema: Un relato breve, un pequeño desliz... Saludos !!!!
- Categoría: Cuento
- Lecturas: 63
- Usuarios favoritos de este poema: Jorge Horacio Richino, Gisela Guillén, María C., Ma. Gloria Carreón Zapata., Hugo Emilio Ocanto
Comentarios10
Acá el verdadero manjar , es leerte!....Aplausos de pie!...
Gracias anfaber, sinceramente... Mucho elogio, gracias de verdad...
Hermoso relato, querido amigo!!
Algo conozco sobre pasar alguna noche de insomnio, y te digo que no estuvo mal eso de comer una roja manzana!!
Un placer de lectura!!
Un enorme abrazo!!!
Gracias Jorge, me alegra que te haya gustado... Dude en compatirlo, temia que no se entendiese o por trivial...Abrazo !!!!!
Al fragor de la batalla, dormir es morir.
Un abrazo Anton
Esa la del fragor es otra historia, ya la escribiremos admirado Tokki...
Muy interesante relato y esa manzana jugosa que cambió el ritmo de la noche y teanquilizó. Muy bonito Antón, mi saludo fraterno
Gracias Fabio, he superado alguna noche de insomnio con una manzana, no siempre uno se duerme luego, pero es placentero... Abrazo amigo !!!
Como nos engañaste.....Sólo al final se revela.....Buenísimo! !!me encantó
Cariños C
Al final??? Y yo que me enfoque en la manzana.... Jaja, si es cierto, siempre obsevadora Carina... Saludos!!!
Muy hermoso Anton, dan ganas de moder la manzana de tu sabiduría
Un beso.
Sabia eres tu ...
Gracias!!!
Es un insomnio hambriento estimado autor, a mi me da por comer churros ¡jajaja! aunque después me arrepiento, pero luego de haber hecho el daño. Muy amena su prosa poética, me ha encantado. Un cordial saludo desde México, felicidades.
Gracias poetisa... Son tan placenteros los atracones de insomnio y tan propios que no podia dejar de pintarlos...
Saludos desde Argentina....
Muy bueno, me encantó.
Un abrazo
Gracias amigo Boris ...
Lo que a veces puede una manzana...
Bien, Anton.
Muy buenas tus letras.
Un abrazo.
Gracias de corazon querido Hugo...
Gracias maestro Antero... Es un honor siempre tu visita ... Gran abrazo!!!
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