De pena, la pena se apena
mayor es la pena del que despena
en la pena ajena
que penosamente pena y pena.
Hay pena mía
que me llevas
en viento gris
que pierde en el horizonte
el dolor de aquella pena
que muere al ser noche.
No me dejes pena
sos lo único que me queda
de las estrellas
sus ojos
que aún se clavan en el alma
penando su ausencia
pena que penas
de solo penar por ella.
- Autor: Esteban Couceyro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 6 de mayo de 2018 a las 12:30
- Categoría: Amor
- Lecturas: 40
- Usuarios favoritos de este poema: larisadelesqueleto, Texi, Luibarca
Comentarios3
que pena que nos dejó la pena y el penar de la pena-pensándola,
incluso la pena parece que adquiere autonomía propia
un abrazo
La pena como palabra, al igual que el amanecer de Grieg, se acumula en sí misma, saturando la presencia omnipotente de su significado.
Tanto que supera el origen que la causa, posibilitando el razonamiento que la pena en sí misma es la realidad del individuo.
Un abrazo agradecido por tu comentario.
Esteban
...
"¡Ay, pena, penita, pena -pena-,
pena de mi corazón,
que me corre por las venas -pena-
con la fuerza de un ciclón! "
...
Un abrazo poeta
...
Esa pena que nos lleva
de a poco y poco
más allá
dónde la pena se lava
en cada uno de los ojos.
Un abrazo.
Esteban
Al menos que nos quede la pena.
Un abrazo.
Lo dice una canción folklórica de estas tierras \" Las penas son de nosotros, las vaquitas son ajenas...\"
Gracias por tu comentario.
Esteban
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