¿Por qué mis recuerdos traen, en su rostro de olvido,
los bellos placeres y momentos que han pasado?
(cuando acariciaba tu piel como loco enamorado
de escanciados aromas)… ¡Ay, encanto querido!
¡Qué remembranzas de ti, mujer encantadora,
volcánica musa de ternuras pasionales!
Tú enloquecías mi alma con uno y mil puñales,
con ese ardiente brío de juventud danzadora.
¡Ay, cómo olvidar tu caricia acometedora
cuando el amor se nos daba en santa plenitud!
¡Oh, silentes nocturnos de nuestra juventud,
testigos de tu acometida arrebatadora!
¿Cómo no recordar tu faz acariciadora,
tu suave algarabía −sonrisa enamorada,
de noble galanura, discreta y mesurada
que inundaba mi pecho de savia salvadora?
Tus ojos, tu mirada, nevada por el sol,
le daban fuego a tu rostro de radiantes luces.
Al acordarme de aquello, al cielo me conduces…
¡Qué tímidos destellos, qué rosa tu arrebol!
Qué bello es el amor y sentir que he sido amado
por un pecho entregado, por un pecho extendido.
He recibido el dardo que me asignó Cupido
y he tenido la suerte de estar enamorado.
Qué flecha tan aguda, tan felina y profunda
la que plantaste en mi pecho, ingenuo y doloroso.
Fue una herida profunda, fue un infarto penoso
de un inútil desvelo, de una lluvia infecunda.
¿Es sólo un desahogo de amor el que te evoca?
¿O es mi enloquecido corazón, que, mal herido,
me agravia y me castiga, abyecto y comedido;
me acosa y me lesiona, me punza y me provoca?
Un volcán de agua enlutada en mis ojos había,
más en mis parpados, pudorosos, se ocultaba.
El vórtice de un suspiro en mi pecho expiraba,
al tiempo que mi esperanza también perecía.
Mujer cruel y burladora de un amor sincero
que trocó mi sentimiento en loco desvarío;
mi fe en dolor amargo y mi esperanza en hastío. .
Más… ¿Yo que puedo hacer, si es que, orate, aún te quiero?
Espíritu amigo que acompañas mi agonía,
dulce compañero de mi pena y mi ventura:
Alondra de nieve es su recuerdo y… me tortura.
Que inmenso es el camino… ¡Que larga travesía!
Era mi dolor callado, tan alto y profundo;
lluvia salada anegaba mi alma y mi todo;
agua de luto cubría mi arca de lodo;
yo fui un pebetero desdeñado por tu mundo.
¿Por qué tanto dolor, por qué tan largo el olvido,
la fiebre y el delirio que han retornado a mí?
(despierto y dormido)… ¿Por qué me acosan así?...
Quiero olvidar, y podré, ese encanto maldecido.
Amor inquebrantable que ha superado al tiempo;
con una llaga abierta, con una triste herida;
Qué desierto tan terrible en mi remota vida
−en esa nota perdida en tiempos del sin tiempo.
¿Por qué tanto dolor por un amor delincuente
que me quito el espacio, la calma y el frescor;
que me robó la dicha, y me borró el color,
y me añejó los años y me extravió la mente?
… así me encuentro hoy,... ¡Cómo quisiera encontrarme
−en estos fuegos furiosos de dolor y olvido,
en este juego tan rudo del amor perdido−
recuperando mi alma, en pos de recuperarme!
Aquí me tienes, Señor, aquí me tienes, mujer,
ensimismado en mis versos de dolor y miel;
remembrando tus caricias, tu alma y tu piel;
tratando de ser yo mismo, tratando de ser.
¿De qué quieren culparme? La amé y no me preocupa
(por tanto que la amé, me declaro yo inocente)
es su recuerdo invisible el que acosa mi mente
es su recuerdo el que… ¡Ay!, inclemente, me ocupa.
Más, natura nos convida a continuar amando,
los topacios en el cielo brillan cristalinos
seguirán floreciendo los vergeles más finos
y el fulgor de la dicha seguiremos buscando.
Qué vuelvan, pues, a mí, los aromas de las flores;
desterrado ya está mi doloroso pasado;
quiero sentirme libre, alto y afortunado…
¡Vuelvan a mí las violetas y los girasoles!
- Autor: Max ( Offline)
- Publicado: 7 de mayo de 2018 a las 02:21
- Comentario del autor sobre el poema: Después de la gran hermosa bienvenida que recibí en puerto Morelos, país azteca, de bellas gente y de hermosa cultura, decidí después de mi retorno, publicar esta hermosa poesía en alejandrino en poema del alma después de algunas correcciones de su segunda publicación. Con amor les entrego a los lectores esta hermosa poesía...
- Categoría: Amor
- Lecturas: 60
- Usuarios favoritos de este poema: Margarita Dimartino de Paoli, juan jose gonzalez ramil, alicia perez hernandez, El Hombre de la Rosa, Héctor Martínez Sanz, David Arthur, María C.
Comentarios6
QUE HERMOSA Y PROFUNDA POESÍA, QUE GRITO DE DOLOR AL DESAMOR, PERO QUE BUEN FINAL CUANDO EL ALMA GRITA EN SU DESGARRADO DESENCANTO QUE EL AMOR VUELVE A RENACER EN OTRO NOBLE AMOR.-
UN BESO GRANDE EN LA DISTANCIA.-
MARGARITA
Amiga y poetisa Margarita gracias por tu bello comentario. Un beso te envio
Mi estimado amigo: Un hermoso poema que deja muy claro que el amor es una flor que no muere ni marchita. Que bastan unas gotas de rocío para que sus pétalos se abran de nuevo a la vida. Te felicito Max. Fraterno saludo.
Amigo y poeta Rafael gracias por tu Hermoso comentario. Un saludo te envio
Pues si que es un ramo de
VIOLETAS Y GIRASOLES,
EN BELLOS VERSOS,
grato leer tus bellas creaciones
mi bello amigo Max,
complacida de expirar el olor grato
de tus bellos versos, abrazos mil
Gracias poetisa y amiga Alicia por tu bello comentario. Un beso te envio
Hermoso poema de amor estimado amigo Max
Un placer visitar tu portal
Saludos desde España
El Hombre de la Rosa
Amigo y gran poeta de La Rosa gracias por tu Hermoso comentario. Un abrazo yo te envio poeta
Mas recibí la flecha que me asignó Cupido
y amé cuanto ellas puedan tener de hospitalario.
(A. Machado)
Un placer leer sus bien calibrados alejandrinos de amor.
Un abrazo.
Gracias poeta Héctor por tu bello comentario. Un abrazo te envío
Un poem con mucha emoción Max. La alegría de estar enamorado con una persona que ha secuestrado tu corazón pero no te haya respondido este profundo sentimiento y por eso la tristeza que significa el desamor. Pero el amor es tenaz y siempre esta pendiente de florecer de nuevo en tu corazón y tu alma para brindarte otra vez la felicidad y la arnonía. Un hermoso poema alendrino mi amigo. Un abrazo.
Gracias amigo y gran poeta David, por tu hermoso comentario. Un fuerte abrazo te envio
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