Amanecía
Esto sucedía
Casi siempre todos los viernes que el salía,
Papá cobraba la semana,
y el dinero supongo lo tenia
pero aún no estaba en casa,
rápidamente anochecía
pero las noches eran largas,
sonaba la rocola y ahora amanecía,
aunque el amanecer no aparecía,
yo como niño aun sabia,
que el sol estaba lejos de salir,
la luna aún estaba allí, se resistía,
como afrontando la noche,
sin querer abandonar.
Nunca sabía que horas eran,
pues no tenía reloj ni como ir,
pero deseaba llegar a mi casa,
a mi camita y dormir.
Cuando la mente nos irradÍa contentamiento,
no es posible simplemente apagarla,
los hechos entrÍstecedores
de nuestra vida son dominados
y transformados en motivos de alegría,
así como las tinieblas
son eliminadas con el ataque de la luz,
esa que no se detiene
y ocupa el espacio para darle vida y sabor a las cosas,
vida que tiene momentos altos y bajos
fríos y calientes,
llenos de dolor y algo de felicidad.
Son instantes de alegrías y tristezas,
los cuales debemos aprovechar
porque no permanecen,
se desvanecen en cada momento
en un equilibrio para aprender las lecciones de la vida.
- Autor: maltez62 ( Offline)
- Publicado: 7 de mayo de 2018 a las 07:06
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 19
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